El fallecido mandatario fue ingresado a principios de febrero por una grave neumonía y en los últimos días tuvo que recibir respiración asistida.
Lee lideró el proceso de independencia de Singapur en los años 50 y convirtió al país, de 5,4 millones de habitantes, en uno de los centros financieros más importantes del mundo. Durante el gobierno de Lee, conocido por su estilo autoritario, el país pasó de ser una isla sumida en la pobreza a un Estado moderno con uno de los mayores ingresos per cápita del mundo.
La formación de Lee, el Partido de Acción Popular (PAP), se enuentra está en el poder desde la independencia. Su hijo, Lee Hsien Loong, es actualmente primer ministro.
"Luchó por nuestra independencia y construyó una nación donde antes no había ninguna", proclamó hoy Lee hijo en un conmovedor discurso televisivo. El actual jefe de gobierno anunció en Facebook que en los próximos días las banderas ondearán a media asta. Lee será velado en el Parlamento desde el 25 al 28 de marzo y el funeral de Estado se oficiará el próximo domingo.
El primer ministro destacó como tras 31 años de gobierno, su padre dirigió a sus sucesores con "sabiduría y discreción". Sin embargo, sus críticos le acusan de haber gobernado con mano de hierro y de perseguir a sus opositores.
Para Lee, jurista licenciado en Cambridge, la disciplina siempre fue más importante que la democracia, como él mismo solía decir. Gracias al sistema electoral, su partido pudo ganar cada elección desde la independencia en 1965. En 2011, obtuvo el 60 por ciento de los votos, es decir, 81 de 87 escaños.
En Singapur los medios están controlados por el estado y los críticos son perseguidos por la justicia. Lee y otros políticos del PAP impulsaron y ganaron ya más de 20 demandas por injurias. Las altas indemnizaciones impuestas llevan normalmente a la ruina a los condenados, quienes luego no pueden volver a presentarse a elecciones.
En tanto, desde todo el mundo comenzaron a llegar condolencias. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que Lee fue un "visionario". "Fue un verdadero gigante de la historia que será recordado por generaciones como el padre de la Singapur moderna y uno de los grandes estrategas de los asuntos asiáticos", señaló el mandatario estadounidense.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, apuntó por su parte que se sentía "muy triste" por la muerte de Lee, a quien describió como "figura legendaria en Asia".
El primer ministro australiano, Tony Abbot, elogió a Lee como "gigante" de la región. "Nuestra región le debe mucho a Lee Kuan Yew. Aquí en Australia y más allá, muchos líderes buscaron y aprendieron de su sabio consejo".
Para el primer ministro indio, Narendra Modi, Lee fue un "hombre de Estado clarividente y un león entre los líderes. El Ministerio de Exteriores chino le alabó como estratega con valores orientales y visión internacional. (DPA)