Sumando el índice acumulado de los últimos 12 meses, es decir, de febrero de 2014 a 2015, la inflación se situó en 7.36 por ciento, por encima del límite de 6.5 por ciento establecido por el gobierno brasileño.
Las últimas previsiones de analistas y expertos consultados por el Banco Central de Brasil indican que la economía brasileña tendrá una contracción este año del 0.50 por ciento.
Expertos han expresado su preocupación de que en un contexto en que las previsiones de crecimiento son muy negativas y la deuda pública aumenta, se produzca una “recesión inflacionaria” -caracterizada por un rápido aumento de precios y estancamiento del crecimiento-, que genere desconfianza de los inversores en Brasil.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló en enero pasado que Brasil crecerá apenas 0.3 por ciento en 2015, mientras hace pocos meses preveía que el crecimiento sería de 1.4 por ciento este año.