Los islamistas ofrecen los cuerpos sin vida de combatientes kurdos a los desesperados deudos por entre 10,000 (8,786 euros) y 20,000 dólares, indica el periódico.
Según la versión, los terroristas han visto desplomarse sus ingresos por contrabando de petróleo por los ataques de la coalición que se ha formado en su contra y por la caída de los precios del crudo.
Tampoco les depara dinero el comercio con antigüedades robadas porque ya han saqueado los sitios y templos en su territorio y no han podido conquistar nuevas regiones.
Informes de servicios secretos agregan que la situación es similar en el caso de los bancos y las casas particulares en el autoproclamado "califato", en las que ya no queda nada por convertir en metálico.
Las penurias económicas han llevado a los terroristas a reducir el salario de los combatientes hasta dos tercios. Según cálculos de los servicios de inteligencia, el "califato" necesita millones para pagar a sus milicianos y montar su infraestructura.
El año pasado, el subsecretario de Finanzas de Estados Unidos, David Cohen, calculó que EI embolsaba cerca de un millón de dólares por día a través de ventas ilegales de petróleo.
Pero desde que es sometida a fuertes ataques, la milica islamista enfrenta crecientes dificultades para mantener abiertas las rutas de contrabando entre Irak y Siria y hacia la frontera con Turquía.
Según estimaciones de la inteligencia alemana, a finales de noviembre le entraban solamente unos 300,000 dólares por día con la venta de crudo.
La fuente más estable de ingreso parecen ser los pagos de rescate de rehenes secuestrados, especialmente de iraquíes y sirios. El EI exige de las familias entre 500 y 1,000 dólares por su liberación. (DPA)