El Gobierno de México advirtió de que solamente firmará un tratado de libre comercio (TLC) con Brasil cuando que se cumplan las condiciones de igualdad de oportunidades y haya reglas claras y parejas para los empresarios mexicanos.
El ministro mexicano de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, aseguró durante una comparecencia ante una comisión del Senado de que no se logrará un acuerdo comercial con Brasil mientras "no existan condiciones claras", en particular que se eliminen las barreras no arancelarias y se contemple un apartado especial para sectores vulnerables.
El titular del Ministerio de Economía reiteró el interés de su Gobierno en firmar un acuerdo comercial con Brasil, siempre que se cumplan las condiciones de igualdad.
"Brasil es un mercado interesante para los mexicanos. Es más fácil que empresarios nacionales hagan negocios con brasileños, que con estadounidenses o europeos, por un similitudes culturales", dijo el funcionario.
No obstante, "mientras no se logre un suelo parejo con los brasileños francamente no llegaremos a ningún acuerdo", reiteró.
Ruiz Mateos consideró que las negociaciones con Brasil deben incluir los temas de servicios, inversión, compras de gobierno, marco intelectual, así como reglas comerciales claras.
"Un tratado de libre comercio incluye otros acuerdos como el sector de servicios, como turismo, sector financiero, transporte, distribución de consultoría", añadió.
Durante la última Cumbre del Grupo de Río, que se celebró en el Caribe mexicano en febrero pasado, los presidentes de México, Felipe Calderón, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, firmaron un memorando de entendimiento para empezar a analizar la viabilidad de dicho acuerdo comercial.
Ambos mandatarios coincidieron en que en el futuro podrían quedar vinculados un mercado de 107 millones de mexicanos con uno de 195 millones de brasileños, entre los cuales tendrían un PIB combinado de unos 2.66 billones de dólares.
La propuesta de un TLC entre Brasil y México ha sido rechazada en reiteradas ocasiones por empresarios mexicanos, quienes afirman que la economía brasileña es más cerrada que la suya y pone mayores trabas arancelarias al comercio.