Míticos grafitis de Berlín desaparecen por especulación inmobiliaria

El popular barrio berlinés de Kreuzberg amaneció hoy con una desagradable noticia: los dos míticos grafitis del artista callejero italiano BLU, a orillas del río Spree, fueron pintados de negro como protesta a un proyecto urbanístico de pisos de lujo.

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El solar era famoso entre los berlineses y los turistas llegados de todo el mundo por albergar dos pinturas de grandes dimensiones en blanco y negro en el muro de dos edificios, donde se podía ver una figura blanca con dos relojes dorados unidos a modo de esposas y en la otra, dos figuras intentando quitarse las máscaras mutuamente.

La alarma se desató la noche del jueves en la red social Twitter, donde cientos de usuarios comenzaron a subir fotos de los trabajos de dos grúas que comenzaron a cubrir de negro las famosas pinturas realizadas en 2008.

Posteriormente, numerosos blogs como "Blogrebellen" o "Metronaut" informaron de que fue presuntamente el propio artista el que mandó destruir su obra a modo de repulsa por el proceso de gentrificación en el barrio, que ha pasado de acoger a inmigrantes y locales con precios populares a convertirse en una zona de moda, mucho más cara y exclusiva.

Los blogs colgaron una declaración en nombre del artista en la que justificaba su decisión de hacer desaparecer su trabajo para evitar que un inversor inmobiliario saque dinero de su obra de arte al tener sus futuros pisos una vista privilegiada sobre la misma.

Los usuarios de Twitter informaron de que los trabajadores habían dicho que estaban "modificando" la obra de arte. "No es la ciudad de Berlín la que está haciendo esto, tampoco un grupo inmobiliario que quiere construir un nuevo complejo residencial en un solar vacío", escribió un activista en uno de los blogs. "De hecho lo están haciendo personas relacionadas con BLU... Con su consentimiento".

Un mensaje en contra del proceso de gentrificación de Berlín. "Que le den a la ciudad, a las compañías inmobiliarias", escribió el bloguero Dmitry Paranyushkin. "Es por toda la gente que ama este tipo de arte y todo lo que representa", agregó sobre la obra que fue destruida un par de meses después de que las autoridades desalojaran a los okupas que vivían en el solar.

El terreno al lado del muro donde estaban los dos grafitis estuvo vacío durante años hasta que un grupo de refugiados y otras personas sin hogar decidieron levantar allí sus precarias viviendas. Sin embargo, después de que el inversor Artur Süsskind comprara el solar fueron desalojados por la policía el pasado mes de septiembre, lo que desató grandes protestas en el barrio.

Ahora se levantarán 250 pisos, un jardín de infancia y un supermercado, pero eso sí, sin vista alguna a unos grafitis tan míticos recogidos en múltiples libros sobre arte callejero y que un grupo de gente del barrio intentó salvar a través de una campaña en la plataforma "Change.org", para la que recogieron 7,500 firmas. (DPA)