El director del Programa de Transplante de Riñón de la Escuela de Medicina de la Universidad de California, dijo que la falta de ética de algunos equipos médicos al aceptar transplantar órganos provenientes del tráfico o la compra daña al donador obligado y a la reputación de este gremio.
También perjudica al receptor porque en ocasiones se le transplanta un órgano que le va a ocasionar más problemas, señaló al impartir una conferencia en la LXIII Reunión Anual del Instituto Mexicano de Investigaciones Nefrológicas (IMIN).
Indicó que en Estados Unidos existe un debate ante la propuesta de dar incentivos a los donadores, "pero si alguien recibe 15 mil dólares por un riñón ¿ustedes creen que van a decir que tienen antecedentes familiares de daño renal, que son diabéticos o hipertensos o que sufrieron alguna enfermedad grave?".
El nefrólogo estadounidense manifestó que el tráfico de órganos y el turismo de trasplantes son una realidad, tanto que en 1998 se tuvo que reconocer y emitir la Declaración de Estambul.
En China hay un negocio de ejecuciones con fines de trasplante de órganos, lo cual distorsiona el ámbito de las donaciones en el mundo, sin embargo, celebró que el gobierno de ese país asiático haya anunciado su intención de detener en 2015 esas muertes.
Recordó que antes los japoneses viajaban a Colombia donde obtenían un riñón por 259 mil dólares, y hay personas que van a la India y a Pakistán para conseguir ser trasplantados.
Gabriel Donovitch, subrayó que en todos los países hay Enfermedad Renal Crónica (ERC). No obstante, y con los trasplantes no seguros lo que se hace es importar la enfermedad, y luego resulta que las complicaciones para el receptor son más que el supuesto beneficio.
Señaló que en Egipto 90 por ciento de los transplantes son pagados, esto debido al caos del sistema político y a la pobreza en ese país.