El producto interno bruto (PIB) de la primera economía europea creció en línea con lo esperado por los analistas después de contraerse un 0.1 por ciento en el segundo trimestre.
Los economistas hablan de recesión técnica cuando se dan dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.
"La economía alemana se mostró estable en un entorno económico global difícil", señalaron los estadísticos.
La economía alemana perdió fuerza a lo largo del año debido a la desaceleración de potencias emergentes como China, la frágil demanda de la eurozona y una serie de crisis internacionales, comenzando por la tensión con Rusia en Ucrania.
Pero un repunte en las exportaciones y "un considerable aumento" en el consumo privado ayudó a reactivar el crecimiento y reducir el impacto de la caída de inversión empresarial.
El PIB alemán sumó así un crecimiento acumulado del 1.2 por ciento hasta el tercer trimestre. (DPA)