En tanto la tormenta se aleja ya del archipiélago. La mayoría de víctimas mortales se debieron a los árboles caídos, las estructuras que colapsaron y los restos que arrastraron los fuertes vientos de hasta 150 kilómetros por hora que se registraron, indició la agencia nacional de protección civil.
En total hay cuatro personas que siguen desaparecidas y 17 resultaron heridas, según la portavoz de la agencia, Romina Marasigan.
En Manila y las provincias cercanas más de 1.8 millones de personas seguían hoy sin electricidad por segundo día consecutivo, indicó la empresa de electricidad responsable del suministro en la zona.
En noviembre pasado, el tifón "Haiyan" ("Yolanda" para los filipinos), provocó la muerte de más de 6,200 personas y cuatro millones de desplazados en el este y centro del país.
"Rammasun", ("Glenda" para los locales), también azotó la costa este con vientos huracanados de hasta 185 kilómetros hora el martes. Pasó por Manila y obligó al cierre el miércoles de escuelas, oficinas del gobierno, bancos, el aeropuerto y el sistema de transporte.
Más de medio millón de personas se refugiaron en centros de evacuación.
El tifón destruyó más de 26,000 casas, causó daños en puentes, provocó deslaves e inundaciones. Los daños en la agricultra y las infraestructuras se han estimado en 27.5 millones de dólares (más de 37 millones de euros), según cifras de la agencia de protección civil. (DPA)