Esta nueva ley obligará a todos los automóviles a tener una pegatina para poder circular por Alemania como sucede en otros países vecinos como Austria. Sin embargo, en la práctica este peaje no supondrá ningún coste adicional para los alemanes, ya que se les reducirá el impuesto de circulación, por lo que al final seguirán pagando lo mismo.
De esta manera, Dobrindt ha cumplido con las exigencias de la Comisión Europea, que le impedía imponer un peaje sólo para coches extranjeros.
"Introducimos un peaje para todos y con eso cumplimos las exigencias de la Comisión Europea, que pide que no haya discriminación en razón de la nacionalidad. Al mismo tiempo, compensamos a los conductores alemanes con una rebaja automática en el impuesto de circulación", afirmó Dobrindt. "No supondrá ningún gasto extra para los alemanes", agregó.
Dobrindt informó que este peaje afectará a 170 millones de automóviles extranjeros que viajan a Alemania o a través de ella. "Hasta ahora no participaban en la financiación del mantenimiento de las carreteras", indicó sobre una de las principales exigencias de la Unión Cristianosocial (CSU), socio bávaro de la canciller alemana, Angela Merkel.
La obligación de tener la pegatina de peaje entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2016 para todos los vehículos de hasta 3.5 toneladas, también motos. Los automóviles nacionales recibirán automáticamente la pegatina.
Está previsto que el coste anual sea de 104.50 euros. Esto quiere decir que por ejemplo, un Volkswagen Passat que hasta ahora haya pagado 242 euros por el impuesto de circulación, a partir de 2016 pagará 137.50 de impuesto de circulación y 104.50 de peaje. Los vehículos que no tengan que pagar es impuesto como es el caso de los eléctricos, la recibirán gratis.
En cambio, los automóviles extranjeros deberán comprar la pegatina en las gasolineras. Una de diez días costará 10 euros y de dos meses 20 euros.
Alemania espera ingresar con este peaje un total de 860 millones de euros de vehículos extranjeros. (DPA)