Al hacer un balance de los primeros tres años del gobierno de Felipe Calderón expuso que en momentos de adversidad, se precisa de auténticos estadistas que sepan conducir a sus gobernados con vigor y temple, que impriman entusiasmo para superar los obstáculos y marquen el rumbo en medio de la desventura.
En un comunicado, señaló que la complejidad de los problemas obligan al gobernante a desplegar capacidad de negociación, conciliar intereses, encausar inconformidades, propiciar acuerdos, y no limitarse a intentar coordinar los esfuerzos nacionales.
Rojas Gutiérrez agregó que el gobernante debe asumirse como un visionario que sabe lo que le conviene al país y que esté resuelto a conseguirlo.
Tras señalar que las dificultades que se han presentado no han logrado impulsar el ánimo de la sociedad, la unidad y la solidaridad, el coordinador de los diputados federales priistas sentenció que la realidad va a contrapelo del discurso oficial.
Dijo que la frase que mejor describe hasta el momento a la administración de Felipe Calderón es "desánimo social", pues es lo que priva en todos los estratos de la población, producto de la falta de credibilidad y la percepción de que la confusión ha sido el sello del gobierno federal.
Lo anterior, argumentó, debido al rotundo fracaso de los programas y las tibias medidas para manejar la crisis económica, que en el fondo revelan la falta de un entorno jurídico, político y social acorde con las necesidades del país.
"El tejido social se deteriora, el miedo al despido o la carencia de empleo agobia a buena parte de la población, la violencia intimida y aísla a la gente; mientras los desaciertos se encadenan y arrojan pesimismo y frustración", abundó.
Mencionó que si los grandes empresarios no tributan lo justo es porque el marco jurídico se los permite; si la violencia se ha entronizado en todo el territorio nacional es porque la estrategia no es la adecuada, subrayó.
Si declina la producción petrolera es porque la política energética en los últimos años ha sido equivocada, aseveró el líder de la Cámara de Diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Al cumplirse la mitad del sexenio del presidente Calderón sobran razones para que prive el escepticismo en la sociedad, pues a pesar de la propaganda gubernamental queda claro que el gobierno federal debe rectificar sus acciones, advirtió Rojas Gutiérrez.
Justificar el mal estado de las finanzas nacionales debido a la disminución de la producción petrolera no es, en todo caso, responsabilidad de los ciudadanos, sino del desperdicio de más de un billón de pesos registrado en los últimos años en materia de excedentes petroleros, aclaró.
Más aún, "el Plan Nacional de Infraestructura no tiene el impacto deseado en el crecimiento y en la generación de empleos, porque se carece de los proyectos necesarios", aseguró.
En este rubro no se cuenta con estudios y autorizaciones de impacto ambiental, no se han negociado los correspondientes derechos de vía con los afectados; y se cancelan presas y caminos por ausencia de acuerdos con grupos o comunidades", concluyó.