En su comunicado, Novartis señala que pagará 16,000 millones de dólares (unos 11,500 millones de euros) por la división de tratamiento del cáncer, mientras que la adquisición de la división de vacunas costará a GSK 7,100 millones de dólares (5,100 millones de euros).
Además, ambos gigantes farmacéuticos formarán un "joint venture" para crear la mayor empresa del mundo de productos para la salud que no necesitan prescripción médica.
El acuerdo se produce en momentos en que la finalización de patentes y las presiones para bajar los costes están obligando a las compañías a reestructurarse. Tras el anuncio subieron las acciones de ambas firmas.
Los acuerdos "mejorarán nuestra fortaleza financiera y esperamos que sumen a nuestras tasas de crecimiento y márgenes de ganancias de inmediato", indicó el CEO de Novartis, Joseph Jimenez.
La venta no incluye el negocio de vacunación de gripe de Novartis, que la empresa suiza venderá por separado. Pese a ello, GSK indicó que la compra del resto de la división reforzará su posición como el principal fabricante mundial de vacunas.
Tras el cierre del acuerdo, GSK se centrará sobre todo en el área de las enfermedades respiratorias, VIH, vacunas y productos de cuidado de la salud, mientras que Novartis planea limitarse a productos farmacéuticos, de cuidado ocular y genéricos.
La empresa de riesgo compartido que forma parte del trato se centra en las marcas de productos dentales, de cuidado de la piel y de nutrición de la firma británica, entre ellos de las marcas Odol y Dr.Best.
Novartis, que tendrá una participación del 36.5 por ciento en el "joint venture", aportará marcas como la del antiinflamatorio Voltarén o el antigripal Theraflu.
De forma paralela, Novartis anunció que venderá su división de medicamientos para animales a la estadounidense Eli Lilly, por 5,400 millones de dólares. El negocio está pendiente de su aprobación por parte de las autoridades antimonopolio.