En un comunicado especial previo a la clausura de la cita, los dirigentes iberoamericanos condenaron el golpe de Estado y consideraron inaceptables las graves violaciones de los derechos y libertades fundamentales del pueblo hondureño.
El comunicado fue dado a conocer después de que los líderes analizaron la situación de Honduras, incluyendo la realización de las elecciones del pasado domingo y tras recibir informaciones y conocer la lectura de la situación de lo que ha pasado en esa nación centroamericana.
Hicieron un "enérgico" llamado para que cese el hostigamiento a la sede diplomática de Brasil en Tegucigalpa, que se garantice su inviolabilidad y la de las personas bajo su protección.
Asimismo, pidieron la libertad de movimiento de sus funcionarios y de todo el cuerpo diplomático acreditado en honduras, en estricto apego a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
"Las jefas y los jefes de Estado y de Gobierno de los países iberoamericanos seguirán contribuyendo activamente en la búsqueda de una solución que permita la apertura de un diálogo nacional en Honduras y en devolver el régimen democrático al pueblo hondureño", resaltó el texto.
Declararon también su firme compromiso con la defensa de los principios democráticos de todos los países de Iberoamérica para prevenir cualquier intento de desestabilización a gobiernos legítimamente electos.