Maduro afirmó que en el primer año del triunfo electoral sobre su rival opositor Henrique Capriles el gobierno fue leal al legado del fallecido mandatario Hugo Chávez y se declaró a sí mismo como "la mayor garantía de paz y tranquilidad para el país".
"La tarea vital para el segundo año será la economía, arrancar una revolución económica del trabajo, el consumo racional y el ahorro", dijo en un acto con cientos de partidarios en la sede del gobierno.
Agregó que la "revolución económica arrancará el próximo 22 de abril", con el objetivo de "equilibrar toda la economía". "Entre todos lo lograremos", añadió.
Maduro hizo un balance del año que ha pasado desde que ganó las elecciones del 14 de abril de 2013, con una diferencia de 1,5 puntos porcentuales sobre Capriles, indicando que en estos meses tuvo que enfrentar una "guerra económica" y las protestas opositoras que comenzaron el 12 de febrero y que han dejado 41 muertos y casi 700 heridos.
El gobierno que sucedió a 14 años del mandato de Chávez no ha podido controlar la inflación, que en los últimos 12 meses supera el 56 por ciento, ni el desabastecimiento en los mercados, con niveles nunca vistos. Por otra parte, se aplicó un sistema de control cambio múltiple, con tres tasas que van desde 6,3 a 50 bolívares por dólar.
"Un año después seguimos victoriosos, andando el camino de Chávez, defendiendo el legado de Chávez, amando hoy más que ayer. Algunos pensaron que tras la muerte del comandante la revolución (bolivariana) iba a colapsar. Muchos de ellos provocaban al pueblo", indicó.
Agregó que así como él hace un balance "exitoso" de este primer año, la oposición debería hacer el examen de los "errores" que han cometido.
"En la oposición tenemos gente muy errática. Ellos han ido de error en error y eso le ha hecho daño al país. Llamaron a la violencia contra el pueblo después de las elecciones. Eso fue muy dañino y maligno. Después lanzaron contra el país la guerra económica", aseveró.
Indicó que el gobierno supo enfrentar la situación y demostró que "la revolución (bolivariana) y la permanencia de Nicolás Maduro en la presidencia es la mayor garantía de paz y tranquilidad que tiene el país".
Asimismo, Maduro señaló que el 23 de enero pasado, cuando se conmemoraba una fecha simbólica por el retorno a la democracia desde 1958, un sector de "derecha extrema" de la oposición llamó a "calentar la calle" para derrocarlo.
Aunque no los mencionó, se refería al grupo del encarcelado dirigente Leopoldo López, la diputada desaforada María Corina Machado y el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, quienes propusieron la "salida" para superar la crisis política, en la que era clave la movilización de calle.
"Este ha sido un año donde hemos hecho un gran esfuerzo, donde hemos demostrado que es posible continuar avanzando en las misiones sociales, creadas por el comandante Chávez. Tenemos grandes retos, pero el gran reto nuestro, comenzando el segundo año de gobierno revolucionario, socialista y chavista, es la economía. Necesitamos poner las bases económicas de un sistema de desarrollo estable del país", alegó.
Agregó que en los próximos días llamará al pueblo para iniciar una nueva "ofensiva superior" en el campo económico.
"Arrancaremos una ofensiva para el abastecimiento y los precios justos porque no vamos a retroceder ni un milímetro en nuestros derechos sociales, de los jubilados, de la educación, la salud pública, de la vivienda decente para el pueblo, del derecho a la alimentación", indicó.
Señaló que ahora hay que "darle sustento económico a ese esfuerzo" y para eso llamó al país a asumir una agenda económica.
"Basta ya de sabotaje, de guerra económica, de los precios inducidos, de acaparamiento, de especulación como mecanismo de robo al pueblo y guerra política. Llamo a que nos unamos", afirmó. (DPA)