México celebra a Octavio Paz en el centenario de su nacimiento

Poeta, ensayista, crítico de arte y diplomático, hombre admirado y criticado, capaz de encender toda serie de elogios o acalorados debates, pero que jamás pasó inadvertido: Octavio Paz, el gran intelectual mexicano, nació hace 100 años y su país se ha volcado a recordarlo.

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El poeta mexicano Octavio Paz.

Su fama se acrecentó y alcanzó dimensiones internacionales cuando en 1990 ganó el Premio Nobel de Literatura. Es por eso que con motivo del centenario de su nacimiento, este 31 de marzo, México ha organizado un homenaje oficial a quien fue uno de los mayores pensadores del siglo XX.

Pero evocarlo es atizar la polémica. Para las instituciones oficiales y los círculos conservadores mexicanos no hay autor más grande, en tanto que otros lo critican por las posiciones políticas que asumió durante sus 84 años de vida, pues desde niño estuvo vinculado con el liberalismo y el marxismo, doctrinas que criticaría mucho después.

Frente a Paz, autor de obras como el famoso ensayo "El laberinto de la soledad", no había términos medios y fue calificado con adjetivos que iban desde "poeta excelso" hasta "traidor de la izquierda" o "arrogante insoportable".

Octavio Paz Lozano (1914-1999) nació en plena Revolución Mexicana en una familia de contrastes ideológicos. Su padre fue abogado del líder campesino Emiliano Zapata, mientras su abuelo paterno, Ireneo Paz, fue novelista y soldado del ejército del dictador Porfirio Díaz.

Estudió derecho, así como filosofía y letras en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde tomó clases con el escritor Carlos Pellicer, que lo vinculó con poetas como Jorge Cuesta, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo y José Gorostiza.

"Ellos me abrieron los ojos y me descubrieron la poesía moderna", dijo el escritor, aunque también relataba que Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez fueron sus primeras influencias en la lírica.

Poco después de la muerte de su padre, que era alcohólico y lo atropelló un tren, se casó con Elena Garro, una prodigiosa escritora con la que compartió 20 años de vida y tuvo a su hija Helena.

Luego tuvieron un escandaloso divorcio y un enfrentamiento que sólo pudo apaciguar la muerte de Garro en 1998, un año antes que Paz.

Mar de Día fue la primera obra poética de Octavio, publicada en 1931. Seis años después viajó a España, en tiempos de la Guerra Civil, para participar en la Alianza de Intelectuales Antifascistas, donde conoció a Rafael Alberti, Nicolás Guillén, Pablo Neruda y Ernest Hemingway.

En ese viaje, hecho en compañía de Garro, también se reencontró con su gran amigo José Bosch, un catalán expulsado de México por su activismo político y a quien el futuro Nobel de Literatura conoció siendo adolescente.

Bosch "fue nuestra conciencia", afirmó Paz. "Nos enseñó a desconfiar de la autoridad y del poder; nos hizo ver que la libertad es el eje de la justicia. Su influencia fue perdurable; ahí comenzó la repugnancia que todavía siento por los jefes, las burocracias y las ideologías autoritarias".

A partir de ahí, criticó los regímenes comunistas. Cuba censuró su obra.

Paz recibió premios como el Xavier Villaurrutia en 1956, el Cervantes de Literatura en 1981 o el de la paz de los libreros alemanes en 1984.

Desde su época de estudiante participó en varias revistas, pasión que mantuvo hasta el final de su vida como creador de Plural (1971-1976) y Vuelta (1976-1998), galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 1993.

Ningún autor mexicano ha alcanzado las dimensiones internacionales de Paz, reconocido en países como la India, donde fue diplomático, Japón, donde vivió algún tiempo y tradujo a poetas, o Alemania, donde después de Frida Kahlo es uno de los personajes mexicanos más conocidos.

Es por eso que México le recuerda en estos días con un coloquio internacional, en el que participan tres Premios Nobel de Literatura, publicaciones, exposiciones, la cancelación de un timbre postal y un billete de lotería, entre otros.

Octavio Paz fue "un hombre valiente que siempre defendió sus ideas, aun cuando fuera atacado por dos bandos", afirmó el académico Miguel León Portilla el jueves en el encuentro intelectual que dio inicio a los homenajes en su honor.

"Pienso que no era ni izquierdista, ni derechista, que era Octavio Paz y fue sincero siempre con sus ideas". (DPA)