A raíz de un encuentro deportivo contra el Atlante, jugadores “tuzos” fueron objeto de agresiones verbales, gritos racistas y xenófobos, la directiva hidalguense detectó en imágenes de video a algunos de los aficionados que participaron en estos hechos y, en acuerdo con los Estudiantes de la Universidad Autónoma de Guadalajara y los Esmeraldas de León, acordaron negar de manera definitiva su ingreso a los estadios “Nou Camp”, “Tres de Marzo” e “Hidalgo”.
“Con lo anterior sentamos un precedente en el futbol mexicano, enfatizando que en Grupo Pachuca por ningún motivo permitiremos actos racistas y se ha tomado la determinación que tendremos cámaras de video que grabarán permanentemente a las porras para detectar estos actos que empañan a nuestro futbol", estableció el Club Pachuca.
Las acciones adoptadas por los equipos de futbol mexicano, deberían de llevarse a cabo de manera coordinada, preventiva y proactiva para evitar que expresiones que van en contra de la dignidad de las personas (racismo y xenofobia) sean llevadas a cabo de manera impune y en contra de lo que señala la normatividad en derechos humanos y lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.