"Voy a presentar mi candidatura", aseguró a dpa el ex diplomático de 55 años, que fue mano derecha del actual jefe de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, y trabajó 11 años en el organismo antes de salir abruptamente en 2010.
El francés es la primera persona que expresa abiertamente su intención de concurrir a la votación de 2015, en la que se elegirá al presidente del organismo, el más importante del mundo del deporte junto al COI, para los siguientes cuatro años.
Aunque aún no lo han confirmado, se espera que también presenten su candidatura el propio Blatter y el francés Michel Platini, jefe de la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA).
De 77 años, Blatter está al frente del organismo rector desde 1998, cuando sucedió en el cargo al brasileño Joao Havelange. Platini, de 58, fue una gran estrella como jugador en los años 80 y está desarrollando también una exitosa carrera como dirigente.
El currículo de Champagne es más modesto, pero podría aprovechar el desgaste que sus dos rivales acumulan después de meses de lucha política soterrada.
El francés entró en FIFA en 1999 y tuvo diversos roles en la organización, siempre muy cerca del presidente Blatter. En 2010, su enfrentamiento con hombres fuertes de las confederaciones continentales en el comité ejecutivo terminó con su salida.
Antes de recalar en Zúrich, donde sigue viviendo, Champagne, diplomático de carrera y padre de tres hijos, trabajó en las embajadas francesas en Omán, Cuba y Brasil.
"Soy europeo, pero también un ciudadano del mundo", aseguró en una entrevista con dpa realizada en Zúrich poco antes del anuncio oficial de su candidatura.
Después de dejar la FIFA, el francés siguió ligado al fútbol como consultor en zonas conflictivas como Palestina, Kosovo, Chipre o República Democrática del Congo.
Champagne postergó hasta enero de 2015 el anuncio de los apoyos con los que cuenta entre las federaciones. "Pero tengo el inmenso honor de poder anunciar que Pelé me apoya", aseguró el ex dirigente, que cuenta con una carta firmada del astro brasileño.
"No puedo quedarme fuera de un debate que es tan importante para el futuro del fútbol", escribió el tricampeón mundial, de 73 años. "Por eso, apoyo a Jerome Champagne y su visión".
Admirador del papa Francisco, Champagne quiere una FIFA que "corrija las desigualdades", un presidente más fuerte, un Congreso que recupere el poder para las federaciones y un comité ejecutivo donde África, Asia y Concacaf ganen presencia en detrimento de Europa y Sudamérica.
"El mundo está cambiando", advierte el francés, que del mismo modo aboga por un reparto diferente de las plazas para el Mundial. "En Sudamérica se clasifica un equipo de cada dos. En Europa uno de cada cuatro. En los otros tres continentes, uno de cada diez".
Crítico con Platini, Champagne descarta la idea de su compatriota de elevar a 40 el número de participantes, algo que considera la "solución fácil" y una "falta de coraje".
El ex número tres de FIFA es, sin embargo, elogioso con su antiguo jefe, a quien atribuye "decisiones históricas". "Yo respeto personalmente al presidente Blatter y las ideas que él defendió: un fútbol universal con una FIFA fuerte. Comparto esa visión", advirtió.
De ganar, Champagne heredaría el problema de Qatar 2022, un Mundial que el francés no ve con buenos ojos. "La licitación decía claramente que era para un torneo en junio y julio. Y ahora tenemos que cambiar. Es un problema filosófico y moral", advirtió a dpa el ex diplomático, que recuerda también que hay una investigación abierta por corrupción.
"Si no hubo nada mal, tenemos que ir con la mente tranquila a Qatar. Si no, habrá que tomar decisiones", señaló. "Todas las opciones están encima de la mesa".
