La nueva versión de la normativa para Mercados de Instrumentos financieros de la UE (Mifid), que fue negociada por miembros de la Comisión Europea, los países y la Eurocámara, podría entrar en vigor a fines de 2016. Antes, en las próximas semanas será aprobada formalmente por la Eurocámara y las naciones miembros de la UE.
Cuando haya operaciones turbo en la bolsa se interrumpirá la cotización de forma automática si es que ello conduce a fuertes oscilaciones de precio. En el mercado de mercancías se introducirán límites máximos en el comercio con materias primas y alimentos. Con ello se pretende evitar que los especuladores hagan oscilar fuertemente los precios.
Otro de los puntos es la asesoría financiera. Los estados de la UE intentan que los agentes de bolsa actúen pensando en el bien del cliente y no en el monto de las comisiones que percibirán. La propuesta de algunos eurodiputados para que se eliminaran de forma general las comisiones no encontró apoyo mayoritario. En el futuro, los bancos tendrán que documentar la asesoría personal con un protocolo por escrito o con la grabación de la llamada en la que conste por qué recomiendan el producto financiero y cuáles son los riesgos para el cliente.
En el Parlamento de la Unión Europea el compromiso adoptado hoy ha sido valorado de forma diferente. "De este modo nos aseguramos que a los clientes sólo se les aconsejan productos financieros adecuados para ellos", dijo el experto en finanzas alemán Markus Ferber, uno de los que han participado en la reforma de la normativa.
Otros eurodiputados consideran que la reforma es demasiado débil, porque se ha encontrado demasiada resistencia entre los negociadores para una reforma más ambiciosa.
Cuando haya negociaciones muy rápidas en la bolsa, se introducirán cantidades mínimas para una oscilación radical del precio, lo que hará reducir drásticamente la ganancia de las operaciones rápidas. En la negociación turbo, la negociación de títulos online se hace en segundos, lo que puede provocar turbulencias en la evolución de las cotizaciones. Además la Unión Europea prevé crear una nueva plataforma para hacer el comercio fuera de la bolsa de valores mucho más transparente.
Los críticos consideran demasiada laxa la normativa para evitar la especulación con los precios de los alimentos. El gerente de la organización de consumidores foodwatch, Thilo Bode, habló de un "dudoso compromiso" y agregó: "Esta regulación no podrá evitar la especulación con los alimentos y no podrá impedir sus consecuencias faltales. Tampoco parece estar de acuerdo la organización internacional para fomentar el desarrollo Oxfam: "El poderoso lobby financiero finalmente ha conseguido crear excepciones y vacíos en la normativa".
Con la reforma de Mifid, la Unión Europea espera haber aprendido de la crisis financiera. El comisario de Mercado Interior y Servicios Financieros, el francés Michel Barnier, señaló tras el compromiso alcanzado: se trata de "un paso importante para hacer el sistema financiero más seguro, transparente y responsable" y así poder a volver a recuperar la confianza.
El gobierno británico, que teme que Londres pierda su posición como plaza financiera, se mantuvo siempre reticente, según indicaron fuentes diplomáticas de la UE.