El secretario de gobernación (Interior) de México, Fernando Gómez Mont, pidió además "de las voces públicas de Estados Unidos el mismo grado de autocrítica y compromiso que el propio gobierno mexicano ha demostrado durante la administración del presidente (Felipe) Calderón", que inició en diciembre de 2006.
Este martes el director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Dennis Blair, dijo ante legisladores de su país que "la influencia corruptora y la creciente violencia de los carteles mexicanos de la droga" habían impedido gobernar "partes de su territorio" a las autoridades mexicanas.
No obstante, en su comparecencia en la Cámara de Representantes, señaló más adelante que sí creía en la capacidad del presidente Calderón para manejar la situación.
Esta mañana la canciller mexicana, Patricia Espinosa, rechazó "tajantemente" esa declaración y más tarde, en un mensaje leído ante la prensa, Gómez Mont se expresó con rotundidad: "México exige que se reconozca su liderazgo y compromiso en la lucha contra la amenaza común del crimen organizado", señaló.
"Nuestro Gobierno tiene una estrategia integral para restablecer la paz y la seguridad que ha incluido una operación para limpiar la corrupción en las instituciones de seguridad del país, algo que también deberían hacer nuestros vecinos del norte, pues el fenómeno de la corrupción, como el del narcotráfico, no distingue fronteras", agregó.
Recordó que la lucha contra el crimen organizado en México "es producto de un problema trasnacional" que el país, "como nunca", está combatiendo con total decisión.
Afirmó que los dos países vecinos "necesitan enfrentar como aliados" la presente coyuntura, que en este país ha dejado en lo que va de año mil 325 muertos, según datos extraoficiales que hoy publica el diario El Universal.
Para el ministro Gómez Mont declaraciones como las de Blair "son desafortunadas y no contribuyen a generar el clima de confianza indispensable para ganar esta lucha", porque "no hay un solo espacio del territorio nacional que escape a la dirección del Estado".
Recordó que el país vecino tiene buena parte de la responsabilidad en que haya florecido el tráfico de droga, porque México no tendría ese problema "si Estados Unidos no fuese el mayor mercado de drogas del mundo", precisó.
"Si ellos asumieran con mayor seriedad su compromiso para que se respeten las leyes norteamericanas que prohíben la exportación de armas a México, el tenor de esta lucha sería distinto", añadió.
El combate al crimen organizado es una de las prioridades políticas del presidente Calderón, quien ha desplegado a los estados más conflictivos de México al Ejército para tratar de contrarrestar el poder de la delincuencia organizada.