La periodista Carmen Aristegui, de la emisora MVS, lamentó hoy que en México se estén viendo "cosas que son insólitas", como que una comunicadora líder como Denisse Maerker, que hace un programa semanal para el canal 2 de Televisa salga a la pantalla y diga que no está "en condiciones de emitir su programa".
La protesta, a la que también se sumó esta mañana la emisora W Radio, que considero "inédito" el hecho, se produce tras lo ocurrido el 26 de julio, cuando cuatro reporteros, entre los que los había dos de Televisa, otro del grupo Multimedios y un redactor del periódico El Vespertino, fueron secuestrados cuando cubrían un caso de corrupción en una cárcel de Durango.
Uno de los cuatro, Héctor Gordoa, de Televisa, fue liberado ayer en perfecto estado de salud.
Aristegui recordó que incluso medios "poderosos" como Milenio TV, del Grupo Multimedios, y Televisa, han sido sometidos a una "situación inaceptable", al verse obligados a transmitir determinado material que no hubieran sacado en otras circunstancias para preservar la vida de los periodistas secuestrados.
"Tenemos en este caso ya en niveles de este tamaño (...) la presencia delincuencial que obliga o somete a medios a hacer cosas que no harían en su propia voluntad", agregó.
Esta mañana en su columna del diario Milenio Ciro Gómez Leyva, director editorial adjunto del Grupo Multimedios, al que pertenece Milenio TV, publicó un artículo titulado "¿Nos toca resolver nuestra crisis de los rehenes?" donde reprodujo un mensaje que anoche leyó ante las cámaras antes de ceder el espacio que dirige a un compañero.
El periodista se preguntó públicamente "¿Qué es esto de que si transmitimos una imagen liberan a nuestro compañero rehén?", en alusión a las amenazas que han recibido del crimen organizado.
Gómez Leyva recordó que "un medio de comunicación no está diseñado ni equipado para negociar una toma de rehenes", en alusión a la situación que viven las empresas periodísticas de los cuatro informadores secuestrados esta semana en Gómez Palacio, estado de Durango.
Por su parte la periodista Denisse Maerker decidió anoche emitir un mensaje de condena a los hechos en su programa "Punto de partida", que duró pocos minutos, y dejó en negro la pantalla durante el resto de la hora para denunciar la situación de acoso que vive la prensa mexicana.
Maerker, en su breve intervención, dijo que "condiciones extraordinarias" derivadas del secuestro habían "impedido que el equipo de 'Punto de partida' integre y emita el programa", como hacen cada jueves entre las 23.30 y 0.30 hora local (4.30 a 5.30 GMT de hoy) durante los últimos cinco años.
"Esta es una decisión de la empresa Televisa y de todos los que aquí trabajamos", añadió, para completar su mensaje diciendo que el secuestro del grupo de periodistas era "un secuestro de todo el periodismo".
Maerker comentó que, como informadores, lo que les quedaba era exigir a las autoridades el esclarecimiento de los hechos y la defensa de la libertad de expresión.
"Corresponde a los órganos del Estado mexicano garantizar la seguridad de los individuos y el ejercicio de las libertades y las profesiones. Desde donde estamos sólo nos queda exigir, demandar que esas garantías vuelvan a ser efectivas para todos", agregó.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reconoció ayer que en México hay una escalada de la violencia contra los periodistas después de que hace cuatro días fueran secuestrados en una misma acción los cuatro profesionales.