Los resultados muestran que Europa está facilitando la obtención de permisos para esas infraestructuras, pero las inversiones "todavía están lejos de donde Europa necesita estar para alcanzar sus nuevos objetivos de cambio climático y seguridad energética", avisó en su informe financiero anual WindEurope.
Esa plataforma recordó que la UE necesita crear 35 GW al año de nueva generación hasta 2030 si quiere cumplir con los planes de la Comisión Europea para pasar de los 190 GW actuales a 480 GW al final de la década.
Y las inversiones en 2021 en los Estados miembros de la UE, dejando fuera a países no comunitarios como el Reino Unido que también recoge el informe, cubrieron "sólo 19 GW de nueva capacidad".
WindEurope señaló que la mayoría de las inversiones en Europa (19.8 GW) fueron para parques terrestres, lo que "explica en parte por qué las cantidades invertidas se redujeron en comparación con 2020: la energía eólica terrestre es ligeramente más barata que la marina".
Las granjas terrestres captaron un nivel similar al "récord" de 25,000 millones de euros de 2016, pero la capacidad que financiarán es mayor por la caída de los costes por megavatio instalado, agregó la patronal de las eólicas europeas.
No obstante, "las presiones inflacionarias resultantes de los altos precios de la energía y la interrupción de las cadenas de suministro globales probablemente significarán que no habrá más reducciones de costos", advirtió WindEurope.
"Los cinco fabricantes de turbinas eólicas de Europa ahora están operando con pérdidas", indicó la plataforma sectorial, que llamó a "restaurar la salud de la cadena de suministro de energía eólica".
Para ello, reclamó a la UE que continúe mejorando los permisos, que garantice un mercado interno sólido y que aplique políticas comerciales e industriales que apoyen al sector.
El estudio, que cubre el conjunto del territorio europeo, no sólo comunitario, arroja que once países invirtieron en 2021 más de 1,000 millones de euros en generación de energía a través del viento, con el Reino Unido a la cabeza (9,400 millones de euros), seguido por Alemania (8,000 millones), Francia (4,600 millones), España (3,200 millones), Suecia (3,200 millones) y Finlandia (2,800 millones).
España, en concreto, es el país que más invirtió en energía eólica terrestre, destinando prácticamente toda las inversiones a ese tipo de parques.