En una carta de nueve páginas dirigida a la autoridades del condado de Miami-Dade, The Dolphin Company pide "respetuosamente que inmediatamente anule su decisión de rescindir el contrato de arrendamiento" con la compañía.
Y subraya el compromiso de la operadora del acuario en "abordar cualquier inquietud restante por medio del diálogo y la colaboración", indica la carta que Edwin González, director ejecutivo de The Dolphin Company, dirige a Jimmy L. Morales, director de operaciones del condado.
El Gobierno de Miami rescindió con la citada compañía el contrato de arrendamiento del Miami Seaquarium, uno de los más antiguos de Estados Unidos, debido a las "numerosas y significativas violaciones e incumplimientos" en detrimento de la fauna marina del establecimiento.
Sostiene que el acuario, fundado en 1955, ha fallado en mantener a los animales de acuerdo con las leyes y regulaciones federales y recordó que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos halló "varias violaciones" en este establecimiento.
Pero el acuario contraataca con el argumento de que, tras "una revisión interna exhaustiva y consultas con expertos externos independientes", han encontrado "evidencias sustanciales que contradicen las afirmaciones hechas" en el aviso de desalojo del condado.
La alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, envió el jueves pasado una carta de "Aviso de rescisión del contrato de arrendamiento" a Eduardo Albor, presidente de The Dolphin Company, citando una "larga y preocupante historia de violaciones". En la misiva le comunicó a la compañía que tenía que desalojar la propiedad antes del próximo 21 de abril.
El contrato de arrendamiento originalmente estaba previsto que se extendiera hasta 2044.
En su carta de refutación al condado, The Dolphin Company reconoce que en un informe de inspección de julio de 2022 el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) documentó un incumplimiento sobre la disminución del Seaquarium en las porciones de comida de los delfines, algo que el acuario "corrigió de inmediato".
The Dolphin Company también afirma que el Seaquarium "nunca ha sido objeto de una acción administrativa de cumplimiento" por parte de la USDA o de la Asociación para el bienestar animal (AWA).
En noviembre pasado, el gobierno de la alcaldesa Levine Cava concedió al parque 45 días para solucionar sus problemas, y la semana pasada emitió el aviso de terminación del contrato tras los supuestos incumplimientos.
El establecimiento ha sido ampliamente conocido por su polémica en torno a la orca Lolita, que murió el año pasado tras más de medio siglo en cautividad en dicho acuario.
La orca murió por una "progresión de múltiples afecciones crónicas", incluidas enfermedades renales y neumonía.
Lolita estuvo hasta su fallecimiento confinada en una piscina de unos 60 pies (18 metros) de longitud y una profundidad máxima de 20 pies (6,1 metros), y cuando murió la estaban preparando para su liberación en aguas del Pacífico estadounidense, de donde era originaria.
El Miami Seaquarium comprende 15 hectáreas y está ubicado en la isla de Virginia Key en la Bahía Vizcaíno, cerca del centro de Miami.
Además de mamíferos marinos, el Miami Seaquarium ha albergado peces, tiburones, tortugas marinas, aves y reptiles.
Sin embargo ha sido más conocido por Lolita o 'Toki' (como también se conocía a la orca), cuyo cautiverio fue un tema de polémica entre los grupos de protección animal.