Las protestas, que están por cumplir dos meses, ya dejaron 39 muertos. El encuentro se organizó con la facilitación de una misión de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y se espera que Parolin se convierta en un testigo de buena fe en el diálogo.
Se espera que las reuniones comiencen mañana, pero las declaraciones de ambos bandos después de que aceptaran iniciarlas lanzaron dudas sobre los eventuales logros, pues tanto Maduro como un sector de la oposición bajaron las expectativas sobre el diálogo.
Jaua dijo en la carta al Vaticano que Maduro convocó a una conferencia nacional de paz, con el fin de promover el diálogo constructivo, el entendimiento y la paz entre los distintos sectores de Venezuela.
"Deseamos transmitir la invitación del presidente a su santidad, el Papa Francisco, con el propósito de que participe en los procesos de diálogo entre representantes del gobierno y la oposición venezolana, a través de la designación de su persona como testigo de buena fe para acompañar el amplio diálogo que actualmente se desarrolla en Venezuela y que cuenta con el acompañamiento de los cancilleres de la Unasur", expuso.
Destacó que espera contar con la participación del representante del Vaticano en las conversaciones. Maduro dijo que lo más probable es que las conversaciones se inicien mañana jueves.
Antes de que se materialice el encuentro, las posiciones expresadas por ambos lados apuntaron más a la confrontación que al acercamiento.
Maduro subrayó que en Venezuela "no hay una negociación, ni un pacto con nadie. Aquí lo que hay es un debate, un diálogo que es diferente".
"Sería un traidor si me pongo a negociar la revolución (bolivariana), porque a mí no me pertenece este poder: Este poder es de la revolución, del pueblo, de la historia. En todo caso, a mí me toca administrar este poder para hacer más revolución", dijo la noche del martes en su programa de radio.
Maduro insistió en que las protestas forman parte de un intento golpe de Estado que busca derrocarlo.
"La oposición, en la derecha, desde su lugar con todas sus garantías; y nosotros, la revolución, la izquierda, el movimiento bolivariano en nuestro lugar. Eso sí: Debemos construir un modelo de coexistencia, de convivencia, de tolerancia. Todas estas historias de intolerancia y odio van a quedar en el pasado", agregó.
A su vez, la oposición está dividida entre si participar o no en el diálogo, con varios de los partidos integrantes rechazando el encuentro si el gobierno no acepta un conjunto de condiciones previas.
El secretario ejecutivo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática, Ramón Guillermo Aveledo, dijo hoy que será vital para lograr el diálogo la amnistía para los detenidos y la conformación de unos poderes públicos, en especial el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el Consejo Nacional Electoral (CNE), equilibrados.
"Vamos seguir planteando la amnistía, debería haber una medida de gracia con relación a los procesos abiertos, las detenciones que superan los 2.000 y el número de causas abiertas que superan las 1.000", explicó.
Agregó que el diálogo supone una oportunidad para los venezolanos de dirimir los problemas "razonablemente".
"No se va a poder lograr un TSJ o un CNE sin el concurso de ambas mayorías políticas (en el Congreso) y eso significa sentarse y conversar. Hablamos de un TSJ y un CNE porque son la garantía de la paz, ahí se dirimen los conflictos sociales", dijo.
Por su lado, el partido Voluntad Popular, del encarcelado dirigente Leopoldo López, recalcó que no puede haber diálogo mientras haya presos políticos, persecución y represión.
El partido dijo en una declaración que presentó a la Unasur un conjunto de peticiones en el que dejaba claro que el diálogo con el gobierno solo será posible si éste da muestras sinceras.
Al respecto, pidió la liberación inmediata de López y los alcaldes Daniel Ceballos y Enzo Scarano, enjuiciados por desacatar una orden judicial para contener las protestas.
Además, pidió el cese de la persecución política contra la disidencia, la transmisión en cadena de radio y televisión del proceso de diálogo y el compromiso de renovar los poderes públicos, entre otras.
A su vez, el dirigente opositor y alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, fue tajante: "No cuenten conmigo para un diálogo de foto".
La diputada María Corina Machado, quien fue desaforada por la mayoría oficialista, recalcó que no está de acuerdo con el diálogo como está planteado.
"Creo en el diálogo que nos lleve a la transición democrática; en condiciones de igual entre las partes e incluyendo a todos los sectores del país", aseveró. (DPA)