"Todo ha ido bien. Los griegos lucharon unidos, y mañana comienza un nuevo día para todos los griegos", afirmó el primer ministro, Andonis Samarás, en Atenas tras conocerse el acuerdo.
En Bruselas, el ministro de Finanzas griego, Yannis Sturnaras, aseguró que la decisión tomada "mantiene a Grecia en el euro" y da al país "una gran oportunidad para salir del círculo vicioso de recesión y deuda".
Los países que integran la moneda común europea y el Fondo Monetario Internacional acordaron la concesión de un nuevo tramo de ayuda financiera, que forma parte del rescate acordado a principios de año, por valor de 34,400 millones de euros hacia mediados de diciembre, más otros 9,300 millones de euros durante el primer trimestre de 2013.
Igualmente se comprometieron a una serie de acciones para garantizar la sostenibilidad de la deuda helena, que debería reducirse hasta el 124 por ciento del PIB en 2020 (en lugar del 120 por ciento que se marcaba hasta ahora como objetivo) y el 110 por ciento en 2022.
"El marco desarrollado en el Eurogrupo es el nuevo punto de partida que el país necesitaba tras nueve meses de espera", afirmó el líder socialdemócrata Evangelos Venizelos, uno de los socios de gobierno de Samarás.
"Los detalles tienen su importancia, pero lo crucial es la imagen al completo. Y, sin duda, es positiva gracias a los duros sacrificios del pueblo griego. Para nosotros, el pueblo griego debe utilizar ahora este marco para organizar las condiciones de la recuperación nacional", añadió.