Durante tres días, en Korzeniewo, un pueblo ubicado en el río Vístula, a unos 100 kilómetros al sur de Gdansk (una ciudad portuaria en la costa del Báltico), 20,000 soldados y 3,500 quinientas unidades de equipo militar de nueve países de la OTAN cruzaron el río Vístula para exhibir sus fuerzas y su capacidad de respuesta ante un enemigo "ficticio", al que no ponen nombre, pero sí dirigen miradas: Rusia.
Estas maniobras se enmarcan dentro del mayor despliegue militar de la Alianza en Europa desde la Guerra Fría, conocido como 'Steadfast Defender', que movilizará hasta mayo a 90,000 soldados de los 31 países socios y de Suecia para "probar y perfeccionar" sus planes de defensa con el fin de reforzar las fuerzas europeas "frente a un adversario próximo".
Y es que, tras años de escaso protagonismo, la OTAN celebra el próximo abril su 75 aniversario con una relevancia renovada y con un objetivo claro: mandar el mensaje clave de que la Alianza "está preparada".
Durante la etapa polaca de los ejercicios, llamada Dragon 24, las tropas aliadas, entre ellas españolas, han cruzado el Vístula para iniciar ahora una marcha táctica de 300 kilómetros hasta el cruce de Suwalki, una franja de tierra ubicada en el límite entre Polonia y Lituania que culmina, en ambos extremos, en una triple frontera: al norte con el enclave ruso Kaliningrado y, al sur, con Bielorrusia.
Para mostrar su rápida capacidad de respuesta, la OTAN invitó a dirigentes políticos y a jefes de Estado, como al propio presidente polaco, Andrzej Duda, y a su homólogo lituano, Gitanas Nauseda, así como a cientos de medios de comunicación para que observaran y capturaran el cruce de las tropas de este importante río polaco.
Ante tal despliegue, los medios preguntaban si la OTAN, con el Steadfast Defender, quiere exhibirse ante Rusia. Aunque los altos cargos militares evitaron un sí rotundo -aseguraban que no están dirigidos contra ninguna nación "en particular"-, aludieron constantemente a la guerra de Ucrania y a la importancia de reforzar el flanco este de la Alianza.
"No nos estamos preparando explícitamente para una guerra contra Rusia, ¿por qué habríamos de hacerlo?", planteó a EFE el general alemán de la OTAN Gunnar Brügner. No obstante, reconoció que, con estos ejercicios, la Alianza "envía potencialmente un mensaje también" a Moscú que, según aseguró el general, ha seguido de cerca este ejercicio y "vigila atentamente" los movimientos de los aliados.
También lo advirtió el propio presidente polaco a los medios tras observar el ejercicio: "Nuestra mayor amenaza viene del este, como ha probado la agresión rusa a Ucrania".
"(El ejercicio) demuestra la increíble fuerza del vínculo transatlántico entre los aliados de la OTAN. Demuestra nuestra preparación, creación y voluntad de adiestrarnos y operar juntos y, sobre todo, el compromiso de la Alianza de defender cada centímetro de territorio aliado", aseguró por su parte el general Guglielmo Luigi Miglietta durante las maniobras polacas.
Este enorme despliegue de fuerzas se produce una semana después de que países europeos y norteamericanos, durante una cena en París, coincidieran en la necesidad de avanzar hacia "una economía de guerra" para ayudar a Ucrania y en la que el presidente francés, Emmanuel Macron, no excluyó incluso el envío de tropas a Kiev -una hipótesis, no obstante, rechazada por la mayoría de sus homólogos.
Aún así, las tropas aliadas aseguran "estar preparadas" para afrontar cualquier desafío y celebran el nuevo papel fortalecido de la OTAN tras la invasión rusa a Ucrania, que impulsó a que los países aliados reforzaran sus planes de defensa -deben invertir el 2 % de su PIB en esta cartera- y que propició la entrada de los países bálticos a la Alianza (Finlandia y, próximamente, Suecia).
"Es importante recordar que somos una alianza defensiva centrada en la prevención de conflictos y el mantenimiento de la paz. Pero, sin ninguna duda, la OTAN está preparada para enfrentarse a cualquier amenaza, a cualquier adversario, en cualquier momento", zanjó Luigi Miglietta.