En las tareas de salvamento participan más de 100 buzos, que hasta este lunes han sacado a la superficie 64 víctimas mortales y aún les quedan por rescatar la mitad, dado que unas 80 personas fueron rescatadas con vida por un barco que navegaba cerca del accidente.
De las 80 personas salvadas, nueve están hospitalizadas en estado crítico, informó el ministro ruso de Situaciones de Emergencia, Serguéi Shaigú, citado por la agencia rusa de noticias Itar-Tass.
De acuerdo con testigos, el buque tenía capacidad para 156 pasajeros, ya que este era el número de los salvavidas existentes a bordo, sin embargo, según los datos del Ministerio de Situaciones de Emergencia, la capacidad máxima era de 140 personas incluida la tripulación.
De las 208 personas a bordo del “Bulgaria”, 25 viajaban sin billete y unos 30 eran menores, muchos de los cuales se encontraban reunidos en un salón de juegos, situado en la zona de popa en la cubierta principal, en el momento del naufragio.
Tras el hundimiento del barco, que cubría la ruta entre las ciudades Bolgar y Kazán, en la república rusa de Tatarstán, el presidente ruso Dmitri Medvedev ordenó verificar todos los medios de transporte de pasajeros y decretó mañana martes como día de luto por la tragedia.
De acuerdo con los primeros reportes del Comité de Investigación, las causas del naufragio apuntan a que el buque tenía problemas en uno de los motores y navegaba con exceso de carga.
A eso, su suma que al no tener aire acondicionado, llevaba abiertas las ventanillas, muy cercanas a la línea de flotación, por lo que el oleaje y el mal tiempo reinante, fue otro de los motivos que contribuyeron a su pronto hundimiento.
La Fiscalía General de Rusia denunció este lunes que la compañía naviera propietaria del barco y sus tripulantes habían cometido numerosas infracciones, entre ellas no tenía licencia para el transporte de pasajeros.
“La embarcación ha operado durante 56 años. La última reparación completa se efectuó hace 30 años, en 1980. Carecía de licencia de transporte de pasajeros”, afirmó Marina Gridneva, portavoz de la fiscalía.