"Tenemos muchos asuntos (de los que hablar). No se puede abarcar todo en conversaciones telefónicas. Me alegro de verle aquí", dijo Putin al recibir a Erdogan en su residencia de Sochi, en el mar Negro, según la transmisión del encuentro en la televisión pública.
Según el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, primero ambos mandatarios celebrarán una reunión bilateral y luego continuarán conversando durante un almuerzo de trabajo.
No se prevé la firma de ningún documento, añadió.
Uno de los principales temas de las negociaciones será la situación en Siria, donde las partes apoyan a bandos opuestos, según adelantaron fuentes oficiales de Rusia y Turquía.
Moscú apoya al régimen de Damasco mientras que Ankara respalda a las milicias rebeldes.
El jefe del Kremlin señaló que las conversaciones entre Moscú y Ankara "a veces no son fáciles", pero su resultado definitivo suele ser "positivo".
Según Putin, las partes han encontrado la manera de "hallar compromisos que benefician" a los dos países.
El líder ruso también destacó el aumento del intercambio comercial entre Rusia y Turquía que se contrajo durante la pandemia y su lucha conjunta contra la enfermedad infecciosa.
"Creo que eso ayudará a la recuperación de la economía y, en particular, del sector turístico", dijo.
En este sentido, recordó que en 2019 habían visitado Turquía cerca de 7 millones de rusos, cifra que se redujo a 1.5 millones durante 2020, pero en los primeros nueve meses del año en curso ya ha alcanzado 2.5 millones.
Erdogan, por su parte, agradeció a Putin la ayuda prestada durante los devastadores incendios este verano en Turquía.
"Los amigos se conocen en las desgracias", dijo el mandatario turco, quien señaló que las partes tienen que hablar también de su cooperación técnico-militar, después de que Ankara sugiriera la posibilidad de adquirir más sistemas antimisiles rusos S-400.
La adquisición de este armamento ha causado preocupación en el seno de la OTAN y especialmente en EE. UU., que en 2020 impuso sanciones a Turquía por este motivo.
"Ya hemos dado ciertos pasos y no hay marcha atrás", respondió Erdogan a los críticos de la cooperación con Rusia.
Previamente, tanto el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, como el titular de Defensa, Hulusi Akar, dijeron que Siria sería el tema principal en la reunión de los dos líderes en Sochi.
Moscú y Ankara firmaron en 2017 los Acuerdos de Astaná, que preveían cuatro zonas de distensión en Siria, entre ellas la de Idlib, en el noroeste, bajo dominio de milicias islamistas y donde Turquía ha desplegado tropas y mantiene puestos de observación.
El ministro de Defensa turco reiteró este martes las quejas turcas de que Moscú no cumple con los acuerdos entre ambas capitales y subrayó que el régimen sirio y la aviación rusa han incrementado sus bombardeos en las últimas semanas.
Turquía culpa a Rusia, con quien pactó en 2020 un cese de hostilidades en Idlib, de no cumplir con sus compromisos en el acuerdo, mientras que Rusia acusa a Ankara de incumplir los pactos que incluían desarmar a las milicias yihadistas en la región.
Durante la reunión con Putin, Erdogan aseguró que los pasos conjuntos de Rusia y Turquía en Siria tienen "una gran importancia".
"La paz en esa región depende de las relaciones ruso-turcas", aseguró Erdogan.