"África se está afianzando en calidad de uno de los pilares importantes del mundo multipolar y toma cada vez mayor participación en la búsqueda de soluciones de la comunidad internacional a temas de agenda regional y global", dijo Putin en la plenaria de la cumbre Rusia-África en Sochi (mar Negro), en la que participan delegados de más de 50 países.
El líder ruso destacó que en muchos de esos asuntos las posturas de Moscú y de los países de África coinciden o no están muy alejadas.
"Rusia y África están unidas por tradicionales lazos de amistad. Nuestro país secundó de forma consecutiva los movimientos nacionales de liberación emprendidos por los pueblos africanos y contribuyó sustancialmente a la formación de los jóvenes estados, el desarrollo de sus economías y la creación de sus ejércitos", recordó.
En este sentido, subrayó que en la actualidad Moscú tiene acuerdos de cooperación militar con más de 30 países africanos a los que suministra "una amplia gama de armas y equipos".
A la vez, aseguró que Rusia continuará entrenando a los militares de países africanos y precisó que actualmente representantes de una veintena de estados están en diversos cursos de capacitación en este país.
Según Putin, algunos de los principales escollos para el desarrollo de África son "el terrorismo, la propagación de la ideología extremista, la delincuencia transnacional y la piratería".
"Por eso consideramos importante incrementar los esfuerzos para una lucha conjunta contra el terrorismo y el extremismo", apuntó.
En cuanto a la situación política y las crisis locales, aseveró que estas deben ser resueltas por los propios africanos.
"Nosotros estamos a favor del aumento del papel de los países africanos en la resolución de los conflictos locales bajo el principio de 'a problemas africanos soluciones africanas'", dijo.
Finalmente, destacó el potencial de las relaciones entre las partes y señaló que en 2018 el intercambio comercial entre Rusia y África superó los 20,000 millones de dólares, al aumentar dos veces en los últimos cinco años.
A su vez, el presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, confió en fijar durante la cumbre Rusia-África "las bases para la cooperación bilateral durante los próximos años y "confirmar la importancia del aumento de la cooperación en áreas como la política, el comercio y la educación".
Al Sisi se mostró contento al intervenir en el foro que acoge Rusia, país al que calificó de "uno de los principales actores en la arena internacional y un sincero amigo de los países africanos".
También el jefe del Gobierno marroquí, Saad Dine El Otmani, destacó las "amplias posibilidades" para la diversificación de la cooperación entre su país y Rusia y expresó el interés de Rabat en reforzar los vínculos con Moscú en ámbitos como la economía y la agricultura.
Según diplomáticos rusos, el fortalecimiento de los contactos con África provoca el recelo de "muchos socios tradicionales del continente" que observan la situación con "celos" y tratan de "entorpecer" ese proceso.
Además de 43 líderes y representantes de los otros once Estados africanos restantes, y los jefes de organizaciones regionales como la Unión Africana (UA), la Unión del Magreb Árabe o el Banco Africano de Desarrollo, han sido invitados a Sochi más de 10,000 personalidades de la sociedad africana, principalmente empresarios.