La excepción serán aquellos rusos y extranjeros que dispongan de una acreditación olímpica o que ya estén registrados. Todos los demás deberán presentarse ante las autoridades para identificarse como visitante de la ciudad sobre el Mar Negro.
Comentaristas criticaron la medida, que calificaron de "bloqueo de Sochi". Críticos del gobierno de Putin añadieron que la medida apunta a organizar los Juegos en una "cárcel" con total control de los servicios secretos, la policía y los militares.
Putin ya decidió mediante decreto que el tráfico en Sochi será disminuido drásticamente entre el 7 de enero y el 21 de marzo de 2014. Sólo se permitirá el ingreso de vehículos que cuenten con la autorización de la ciudad de Sochi o de los servicios nacionales de seguridad.
También se prohibieron manifestaciones de todo tipo, lo que llevó a que muchos habitantes de la ciudad se quejaran de una restricción a su libertad de movimiento.