"Estamos decepcionados con la decisión de la administración estadounidense de anular la visita que estaba prevista a Moscú del presidente Obama para principios de septiembre", dijo Yuri Ushakov, consejero del presidente ruso, Vladímir Putin, a los periodistas.
En respuesta a la que constituye la primera consecuencia directa para las relaciones ruso-estadounidenses del "caso Snowden", el asesor de Putin incidió en que el problema en torno al fugitivo no lo ha creado Moscú.
"Está claro que esta decisión (de anular la visita de Obama) está relacionada con una situación con el ex empleado de los servicios secretos de Estados Unidos que nosotros no hemos creado", señaló Ushakov, citado por las agencias rusas.
El asesor del Kremlin insistía así en la postura mantenida por Moscú de que la concesión de asilo temporal el pasado 1 de agosto fue un acto humanitario, ya que el joven prófugo de la Justicia de Estados Unidos llevaba atrapado casi un mes y medio en la zona de tránsito de un aeropuerto moscovita sin poder volar a ningún país por falta de documentos.
Moscú también repitió a lo largo de esta crisis que la condición que imponía a Snowden para concederle asilo era que no perjudicara más los intereses de Estados Unidos, es decir, que no hiciera nuevas filtraciones sobre la trama de espionaje masivo de los servicios secretos de ese país.
Ushakov señaló que "el presidente de Estados Unidos fue invitado a visitar Rusia, y esa invitación sigue en pie", y añadió que "los representantes rusos están dispuestos a seguir trabajando en el futuro con sus socios estadounidenses sobre todas las cuestiones clave de la agenda bilateral y multilateral".
No obstante, señaló que "este problema testifica que Estados Unidos sigue sin estar preparado para construir una relación de igualdad".
Antes, la Casa Blanca justificó la cancelación de la visita de Obama en que, "no hay suficiente progreso reciente en nuestra agenda bilateral como para celebrar la cumbre Estados Unidos-Rusia a comienzos de septiembre".
Washington reconoció que la decisión de Rusia de otorgar asilo temporal a Snowden "fue un factor" que influyó en la decisión, y mencionó también la "falta de avances" en temas como la defensa antimisiles, las relaciones comerciales, o asuntos de seguridad global y de derechos humanos, entre otros.
La renuncia de Obama a reunirse con Putin en Moscú los días 3 y 4 de septiembre, así como de celebrar un "cara a cara" con el presidente ruso en la posterior cumbre del G-20 en San Petersburgo, ha generado en Rusia otras reacciones de incomprensión ante la postura de Washington.
El asesor legal de Snowden, el abogado ruso Anatoly Kucherena, quien le consiguió el asilo temporal en Rusia y que está gestionando una invitación para que el padre del joven pueda visitarle en Moscú, lamentó la decisión de la Casa Blanca.
"Como abogado, no hago política. Pero en este caso, referido a la situación de Snowden, que se ha convertido en el motivo para cancelar la reunión, lo lamento", dijo a la agencia Interfax.
"Es realmente una pena que Obama haya adoptado esa decisión. Siempre me ha parecido, y de verdad lo pienso, que los presidentes, cuando se reúnen unos con otros, no resuelven asuntos personales, sino que actúan en función de los intereses de la gente de sus países", agregó.
Kucherena subrayó que "no hay nada que reprochar a Rusia en el caso de Snowden. Se puede decir que Vladímir Putin no tiene nada que ver con él, porque la decisión respecto a Edward se adoptó sólo en el marco de la legislación rusa existente y tomando en consideración las leyes internacionales".
Varios analistas políticos y expertos rusos interpretaron la decisión de Washington como un vestigio de la Guerra Fría y como una rendición del presidente Obama ante los "halcones" en el Congreso y el Senado de Estados Unidos.
"Parece que los estereotipos y costumbres de la Guerra Fría siguen vivos y se manifiestan cuando tiene lugar un pequeño conflicto", dijo el director del Foro de Investigación Ruso- Alemán, Alexander Rahr, citado por Interfax. (EFE)