La Casa Blanca y demócratas exigen aprobación de recortes de impuestos a nómina

La Casa Blanca y los demócratas que controlan el Senado instaron hoy a la Cámara de Representantes a que apruebe sin demoras una medida para evitar que expire en doce días el recorte de impuestos actual a la nómina de 160 millones de estadounidenses.

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El sábado pasado, el Senado aprobó una prórroga de dos meses para los recortes de impuestos a la nómina, mientras el Congreso continúa el debate de una medida para más largo plazo.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, se negó hoy a reabrir las negociaciones con los republicanos para extender esos recortes de impuestos hasta que la Cámara de Representantes apruebe primero una prórroga de dos meses.

"No reabriré las negociaciones hasta que la Cámara de Representantes apruebe este acuerdo que fue negociado por los líderes republicanos y apoyado por el 90 por ciento del Senado", dijo Reid en una declaración escrita.

El sábado pasado, el Senado de Estados Unidos aprobó una prórroga de dos meses para los recortes de impuestos a la nómina, mientras el Congreso continúa el debate de una medida para más largo plazo.

La medida formó parte de un acuerdo pactado la noche del viernes tras una prolongada lucha entre demócratas y republicanos sobre los recortes tributarios, que vencen el 31 de diciembre, y la extensión de los subsidios de desempleo.

Sin embargo, el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano John Boehner, dijo hoy que ese órgano legislativo se opone a la medida por considerar que una prórroga de dos meses no es suficiente y "crea incertidumbre" en la economía.

Boehner dijo que la bancada republicana, que controla la Cámara baja, insistirá en una extensión de un año.

En ese sentido, se prevé que la Cámara de Representantes rechace la medida aprobada por el Senado e insista en negociar un nuevo acuerdo tributario.

La votación será este martes, según anunció Boehner en una comparecencia de prensa en la noche del lunes.

Si el Congreso no aprueba la prórroga, los impuestos a la nómina subirán a partir de enero próximo del 4,2 por ciento en la actualidad al 6,2 por ciento, lo que se traduce a un aumento promedio de al menos mil dólares para 160 millones de estadounidenses, incluyendo 25 millones de hispanos.

La Casa Blanca reiteró hoy su advertencia de que una subida de impuestos es lo que menos necesita Estados Unidos, aquejado por una anémica recuperación económica.

Durante una conferencia telefónica con periodistas, un portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que "la clave es prevenir que aumenten los impuestos".

Recordó que el acuerdo bipartidista fue aprobado por el Senado, 89-10, incluyendo el "sí" de 39 senadores republicanos.

Según informes de prensa, Boehner había calificado el acuerdo tributario como una "victoria" y un "buen trato", por lo que resulta difícil entender su cambio de parecer 18 horas más tarde, observó Earnest.

Un voto en contra tendría "consecuencias significativas" para 160 millones de estadounidenses y para la economía en general, enfatizó.

Según la Casa Blanca, un aumento de impuestos afectará a 1,2 millones de estadounidenses en Puerto Rico, 17 millones en California, 3 millones en Arizona y 9,4 millones en Florida.

La extensión de dos meses "no es resultado ideal" ya que la Casa Blanca buscaba una extensión de un año pero la prioridad ahora es evitar el incremento de impuestos, remachó.

"Esperamos que prevalezca el sentido común" y, con ese fin, la Administración Obama ha acudido a diversos medios de comunicación para mantener la presión sobre los republicanos, señaló.

Bajo el clima político actual en Washington, no es la primera vez que tanto demócratas como republicanos se han mantenido enzarzados en temas de carácter presupuestario.

Este, año, ambos partidos han tenido que negociar hasta la hora cero para, por ejemplo, evitar una moratoria de pagos de la deuda nacional o prevenir un cierre parcial del gobierno federal.

Como parte de las concesiones para el acuerdo tributario, los demócratas aceptaron incluir en la medida un plazo de 60 días para que la Administración Obama apruebe el permiso de construcción del oleoducto Keystone XL, o determine que no conviene a los intereses nacionales.