La crecida histórica del Río Pilcomayo, que atraviesa las fronteras de Argentina, Bolivia y Paraguay, provocó una emergencia en la provincia de Salta, aunque por el momento no se han tenido que lamentar pérdidas humanas.
Las autoridades provinciales confirmaron que los damnificados se dividen entre las miles de personas que fueron evacuadas a refugios y otras rescatadas en operativos especiales, porque sus viviendas quedaron atrapadas en el agua.
El problema es que el Río Pilcomayo creció hasta los 7.28 metros, cuando su máximo registrado era de 5.48 metros, lo que comenzó a aislar a múltiples comunidades, a muchas de las cuales todavía no llega ningún tipo de auxilio.
Cristian Bolado, director de Respuesta a Emergencias y Desastres de Cruz Roja Argentina, explicó que están atendiendo principalmente casos de diarrea y deshidratación y que se están centrando en prevención de enfermedades y consumo de agua segura.
Además de Salta, todas las provincias del norte argentino fronterizas con Bolivia, Paraguay y Brasil estan bajo estado de alerta por las inundaciones ante la crecida de los ríos Bermejo, Paraná, Paraguay y Uruguay, entre otros.
La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, viajó a Salta para coordinar la ayuda a los damnificados y afirmó que el apoyo será integral, tanto para atender a la gente en los centros de evacuados hasta acompañarlos de regreso a sus casas en cuanto pase la emergencia.
Desde el gobierno nacional se han realizado operativos de asistencia a los afectados por parte de fuerzas de Seguridad y de entrega de alimentos, agua potable y elementos de higiene personal.