Dos hombres, que presuntamente trabajan para "entidades del gobierno iraní", han sido acusados de conspirar para perpetrar esos atentados, explicó el secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, quien aseguró que su país hará rendir cuentas a Irán por su papel en esa trama.
El FBI y la DEA descubrieron el complot cuando uno de los sospechosos se puso en contacto con un agente secreto informante de la DEA, al que creía miembro del cártel de Los Zetas en México, para pedir asistencia para asesinar al embajador saudí, Adel Al Jubeir.
El gobierno mexicano colaboró en la desarticulación de la trama terrorista.
En una rueda de prensa junto al director del FBI, Robert Muller, Holder indicó que el plan de los terroristas incluía el asesinato del embajador Al Jubeir y otros ataques posteriores con bomba contra las embajadas de Arabia Saudí y de Israel en Washington.
Los dos presuntos conspiradores fueron identificados como Manssor Arbabsiar y Gholam Shakuri y habrían recibido un millón y medio de dólares del gobierno iraní para cometer los atentados, informó el secretario de Justicia.
Holder apuntó que Arbabsiar, que fue detenido el pasado 29 de septiembre en Nueva York y cuenta con nacionalidad estadounidense, confesó que trabajaba para la Guardia Revolucionaria Iraní.
Shakuri, que está radicado en Irán, sigue en libertad, dijo Holder.