Cuando los bulldozers se acercaron para derribar las primeras 12 edificaciones, los vecinos formaron una barricada encendiendo neumáticos y contenedores de basura. Además, bloquearon la carretera principal que lleva al aeropuerto, según la información.
Los gitanos, que han estado habitando esa área con 70 edificaciones desde hace 40 años, se oponen al traslado de su campamento al Monte Patera, cerca de Megara, a unos 40 kilómetros de Atenas.
Aseguran que el nuevo emplazamiento se encuentra a una altitud de 750 metros y allí las temperaturas son gélidas. Además no tienen acceso a servicios básicos como el agua y la electricidad.
En declaraciones a la radio privada Vima FM, Simos Roussos, el alcalde de Halandri, señaló que el nuevo emplazamiento "es totalmente inadecuado para los muchos niños y ancianos" que viven en el campamento gitano.
Señaló asimismo que era "absolutamente necesario" que se aplazara la demolición del asentamiento hasta que se encontrara una solución viable.
Por su parte, la portavoz de la coalición gubernamental, Sofia Voultepsi, dijo que el nuevo destino es "humano" y el nuevo campamento "muy bueno". Destacó asimismo que los gitanos están ocupando propiedad privada y actualmente están haciendo "mucho ruido".(DPA)