En una declaración oficial realizada junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el dirigente confirmó 13 muertos y 80 heridos ingresados en hospitales de la ciudad, entre ellos 15 en estado de gravedad.
Puigdemont precisó que la policía detuvo a dos personas y que la línea de investigación sigue abierta.
Destacó que Barcelona “siempre será una tierra abierta” y no se dejará que una minoría acabe con la forma de ser de sus ciudadanos, por lo que “los valores de democracia y libertad doblegarán al terrorismo y la barbarie”.
Por su parte, la alcaldesa de Barcelona precisó que este viernes a las 12:00 horas se realizará una concentración para guardar un minuto de silencio en la Plaza de Cataluña, a un costado de donde se perpetró el atentado.
Agradeció las muestras de solidaridad expresadas tanto a nivel nacional, como internacional, así como la respuesta ciudadana para permitir a los cuerpos de seguridad se hicieran cargo de la situación.
Entre esas expresiones destacó la de la Casa Real de España, que en su cuenta de Twitter publicó: “Son unos asesinos, simplemente unos criminales que no nos van a aterrorizar. Toda España es Barcelona. Las Ramblas volverán a ser de todos”.
El suceso ocurrió poco después de las 17:00 hora local (15:00 GMT) cuando una camioneta blanca entró a velocidad por el eje peatonal de las Ramblas de Barcelona, arrollando en “zigzag” a paseantes que caminaban por el lugar y generando alarma en la zona.
Las primeras investigaciones identificaron la camioneta marca Fiat color blanco, con la matrícula 7082JVD, que habría sido alquilada junto con otra unidad con la que presuntamente los autores iban a huir.
La policía localizó la segunda camioneta en la localidad catalana de Vic, a unos 100 kilómetros al norte de Barcelona, en una operación en la que se habría detenido a un francés residente en Cataluña y de nombre Driss Oukabir.
Además, en otra operación policial una persona sospechosa fue abatida, en la localidad de Sant Just Desvern, a unos 10 kilómetros del centro de Barcelona, tras saltarse un control policial y atropellar a un agente de policía.