En su conferencia de prensa diaria, el vocero de la ONU, Stephan Dujarric, expresó que el organismo multilateral sigue “con gran preocupación los sucesos en el terreno en Burundi”, y pidió a las partes ejercer la máxima calma.
Dujarric añadió que el titular de la ONU “recuerda a todos los burundeses la necesidad de preservar la paz y la estabilidad en un país que ha sufrido tan penosamente de previos episodios de violencia”.
Añadió que el secretariado de la ONU está en contacto con su enviado especial para la región de los Grandes Lagos, Said Djinnit, que se encontraba justamente en la Cumbre de la Comunidad del Este de África en la que participó el presidente Nkurunziza.
El golpe de Estado fue orquestado en ausencia de Nkurunziza por el general Godefroid Niyombare, del ejército de Burundi, luego de que la decisión del presidente de permanecer en su puesto por un tercer periodo generó una ola de protestas en este país.
De acuerdo con informes de prensa, la violencia en Burundi causó en las últimas tres semanas la muerte de al menos 20 personas, además de que forzó al exilio a más de 50 mil.
En una conferencia de prensa, el general golpista Nyombara afirmó hoy que había “despedido” al presidente y que se encontraba en contacto con grupos de la sociedad civil, así como con líderes religiosos y políticos a fin de formar un gobierno de transición.