Explicó que el civismo es la observación de pautas de comportamiento que permiten que las personas puedan vivir en grandes grupos sociales, siempre sobre bases de respeto mutuo.
Dijo que se requiere reorientar la educación y orientarla hacia la lucha contra la ignorancia, hacia la comprensión de los problemas nacionales, acrecentamiento de la cultura, mejor convivencia humana, aprecio y respeto de los principios y valores sociales.
Reiteró la urgencia de reorientar la educación con planes y programas de educación cívica y ética que promuevan respeto, honestidad, honradez, humildad, bondad, lealtad, fidelidad, nobleza, rectitud, tolerancia, prudencia, constancia, fortaleza.
Además del compromiso social, responsabilidad y sentido del deber, humanismo, solidaridad, sentido de la vida, sentido de la justicia, la verdad, libertad, igualdad, respeto a la integridad personal, respeto al medio ambiente y vida en general.
“Es necesario reorientar la educación para formar ciudadanos de calidad con planes y programas académicos de alto contenido cívico y ético, para fomentar la convivencia social pacífica y armónica, solidaria y socialmente útil”, dijo.
La iniciativa que reforma los artículos 7 y 49 de la Ley General de Educación, fue enviada a la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos para su análisis y dictamen.