GM confirmó a medios de comunicación estadounidenses la suspensión de la actividad en una planta de montaje de camionetas y otra de transmisiones en la localidad mexicana de Silao.
La semana pasada, GM ya detuvo las operaciones de la planta de motores de Silao por la falta de piezas.
Otras dos terminales de montaje de vehículos de GM en México, la de Ramos Arizpe y la de San Luis Potosi, mantienen de momento su producción.
Casi 50,000 empleados de GM en EE.UU. están en huelga desde hace 15 días para presionar al fabricante en las negociaciones que mantiene con el sindicato United Auto Workers (UAW) para la firma de un nuevo convenio colectivo.
El anterior convenio concluyó el 15 de septiembre y, tras dos meses de negociaciones sin avances reales, los trabajadores aprobaron iniciar una huelga, la primera en la compañía desde 2007, al día siguiente, tras la expiración del convenio colectivo.
El parón de 33 centros producción y 22 de distribución en EE.UU. está ocasionando problemas en las operaciones de GM en México y Canadá.
También está afectando a los proveedores de la compañía. Algunas de estas empresas se han visto forzadas a despedir temporalmente a trabajadores.
La firma J.P. Morgan dijo hoy en un comunicado que la huelga puede haber supuesto a GM algo más de 1,000 millones de dólares.
Aun así, el analista de J.P. Morgan Ryan Brinkman señaló que el fabricante podrá recuperar parte de esas pérdidas al desplazar parte de la producción del tercer trimestre al cuarto.
"La producción de GM en EE.UU. cesó inmediatamente cuando UAW paró el 16 de septiembre y estimamos que sus instalaciones canadienses y mexicanas cada vez han resultado más afectadas durante la primera semana", explicó Brinkman.
A pesar de los cierres, GM tiene producidos suficientes vehículos almacenados para estar durante semanas sin producción.
En agosto, los inventarios eran suficientes para suministrar al mercado durante 59 días.
Sin embargo, J.P. Morgan apuntó en la nota a sus inversores que en la segunda semana de la huelga, GM perdió alrededor de 575 millones de dólares de beneficios. Esa cifra se suma a otros 480 millones perdidos en la primera semana de paro.