El ligero descenso de precios en 2012 estuvo en línea con lo esperado por los analistas nipones, después de que en 2011 el índice de precios de consumo (IPC) de la tercera economía mundial cayera un 0.3 por ciento.
Solo en el último mes de 2012 los precios descendieron un 0.2 por ciento interanual y un 0.1 por ciento respecto al mes precedente, también dentro de los niveles previstos por los expertos.
La persistente deflación es uno de los grandes problemas que atenazan la otrora pujante economía nipona, en medio de un largo periodo de estancamiento que, en la actualidad, bordea la recesión.
El nuevo gobierno del Partido Liberal Demócrata (PLD), que arrasó en las elecciones generales del 16 de diciembre, ha puesto la revitalización económica en la cabeza de su lista de prioridades, con la deflación como el gran reto a superar.
Esta misma semana, el Banco de Japón (BOJ) y el gobierno fijaron por primera vez una meta inflacionaria común del 2 por ciento, por encima del 1 por ciento que había decretado el emisor japonés el año pasado.
En un comunicado conjunto, el gobierno de Abe y el BOJ aseguraron que llevarán a cabo "una flexibilización monetaria encaminada a alcanzar el objetivo de inflación lo antes posible".
En este sentido, el Banco de Japón anunció un programa, dentro de su iniciativa de compra de activos, para adquirir activos de forma mensual por unos 13 billones de yenes (casi 108,000 millones de euros), a partir de enero de 2014 y sin un límite de tiempo establecido.
El organismo nipón confía en que acciones de este tipo contribuyan a subir los precios en el país, aunque los expertos han pronosticado un duro camino para alcanzar esa meta solo con medidas de flexibilización, en vista del momento de debilidad económica que atraviesa el país.
Además, las expectativas deflacionarias están muy enraizadas en una población que en 2012 vio descender los precios de bienes duraderos como frigoríficos (casi un 30 por ciento más baratos que el año anterior) o televisores (un 4.4 por ciento).
Subieron, por el contrario, los precios relacionados con la energía, como la electricidad (casi un 6 por ciento), en un año en que Japón paralizó prácticamente todos sus reactores atómicos (48 de un total de 50) a raíz de la polémica sobre la seguridad en las centrales, tras el accidente nuclear en Fukushima en 2011.
El gobernador del Banco de Japón, Masaaki Shirakawa, aseguró hoy en una rueda de prensa en Tokio que el país está "empezando a vislumbrar una oportunidad para salir del estancamiento", y se refirió a los indicios que apuntan a que las economías extranjeras comienzan a estabilizarse.
Está previsto que el próximo lunes comience el periodo de sesiones de la Dieta (Parlamento) de Japón, que el martes podría dar luz verde al presupuesto para el año fiscal 2013 diseñado por el gobierno del Partido Liberal Demócrata.
Además, se espera que en febrero apruebe el paquete de estímulo elaborado por el nuevo Ejecutivo nipón, que contempla una inversión del gobierno central de 10.3 billones de yenes (unos 85,000 millones de euros) y que busca crear 600,000 nuevos empleos y sumar 2 puntos al producto interior bruto (PIB) nipón.
Según informaciones adelantadas hoy por la agencia Kyodo, para el año fiscal 2013 el gobierno tiene previsto revisar al alza su pronóstico de crecimiento del PIB desde el 1.7 hasta el 2.5 por ciento en términos reales.
Esta nueva estimación, que se espera sea formalmente aprobada el próximo lunes, apuntaría según los expertos a que el propio Gabinete de Abe cree que el fin de la deflación podría llegar en ese mismo ejercicio fiscal.