El BCE reconoce que no hay un "plan B" si fracasa el rescate a Grecia

El Banco Central Europeo (BCE), que participa en la 'troika' que supervisa las reformas en Grecia, reconoció hoy que no hay un "plan B" para el país si fracasa el segundo plan de asistencia financiera.

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Jörg Asmussen, miembro del Comité Ejecutivo, del BCE.

"Si empezamos a pensar en plan B, C y D, entonces el plan A fracasa", aseguró el representante del BCE en la misión griega, el miembro del Comité Ejecutivo, del BCE, Jörg Asmussen.

Asmussen dijo que al estar este programa de asistencia en una fase tan temprana lo más adecuado es "esforzarse al máximo para que funcione el plan A".

"El programa puede funcionar si se aplica al 100 por ciento durante todo el periodo", aseguró, y recalcó que eso sólo es posible "si todo el abanico político se apropia del programa y lo hace suyo".

"Si comparamos el caso de Grecia a Irlanda y Portugal -los otros dos Estados miembros que han necesitado un rescate-, en este caso, hay un amplio apoyo político para asumir y aplicar las medidas necesarias", añadió.

"Eso es necesario y si se logra, esperamos que el crecimiento sea plano en 2013, pero que en 2014 la economía griega empiece a repuntar", agregó.

Asmussen también se refirió a las declaraciones de hoy del presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, en las que dijo que la consolidación fiscal debe combinarse con el crecimiento.

"Estoy seguro de que Juncker sabe que el programa tiene dos pilares: consolidación fiscal y mayor competitividad creando así empleo y crecimiento", señaló.

"La consolidación presupuestaria a corto plazo es negativa", reconoció, pero dijo que no existe otra alternativa y que sin ajuste "los mercados nunca van a reinvertir".

"A corto plazo, el impacto es negativo en el crecimiento, pero a largo plazo merecerá la pena", insistió.

En su opinión, y a la luz de las previsiones económicas, Grecia logrará estabilizar el mercado laboral en 2013 y reducir el desempleo en 2014.

Asmussen admitió que el segundo rescate es "vulnerable" a desvíos fiscales y a errores en la implementación, pero "la deuda es sostenible (en 2020) si el programa es aplicada completamente", por lo que negó que haya una falta de realismo o negación de la realidad, como se ha sugerido en alguna ocasión.

En cuanto a un tipo de "Plan Marshall" en Grecia, el representante del BCE recalcó que apoya la necesidad de generar inversiones, pero recordó que no hay margen para recursos adicionales en el sector público.

"Cualquier llamamiento para más financiación equivale más dinero de la UE y del FMI; No me parece realista", sostuvo.

Asmussen aseguró además que "el objetivo claro es mantener a Grecia en la zona del euro" y en este caso solo hay una posibilidad de actuar, mediante una devaluación interna y eso está relacionado con la reducción de los salarios para mejorar la competitividad.

"Recomendaría cautela a la hora de hablar tan fácilmente de esto (una salida del euro) o de una suspensión de pagos ordenada. Eso de hecho sería muy desordenado y caótico", para toda la eurozona, indicó. Por eso el objetivo es mantener a Grecia en el euro para mantener la estabilidad financiera en el área.

Poul Thomsen, director adjunto del Departamento Europeo del FMI y jefe de misión de la institución, subrayó que "no hay ninguna panacea, ningún atajo" a la implementación del programa de ajuste y reformas en Grecia, como una salida del euro.

"Se trata de modernizar la economía y hacer grandes reformas estructurales (...) y Grecia encara el problema de que tiene que modernizarse para poder competir en una economía global", sostuvo.