El primer ministro ruso, Vladímir Putin, aseguró que la economía nacional se contraerá un 8.5 por ciento este año, pero crecerá un 3 por ciento en 2010.
"El Producto Interior Bruto (PIB) caerá en torno al 8.5 por ciento. Aunque las magnitudes son graves, de todos modos no son tan grandes como se pronosticó en un primer momento", señaló Putin durante una reunión del Gobierno, citado por las agencias rusas.
Putin reconoció que "el año saliente fue muy difícil. Si en 1998 nos topamos con una crisis también grande, fuerte e internacional, de todas formas tuvo un carácter más o menos local, ya que provino de Asia y había muchos mercados en los que apoyarse".
"Esta vez la crisis tiene un carácter global y prácticamente no hay islotes de estabilidad", dijo.
Con respecto al futuro, Putin aseguró que "según los pronósticos preliminares, la economía rusa crecerá en torno al 3 por ciento en 2010".
"La activa fase de la crisis ha terminado, ha sido superada y empezando desde la segunda mitad del año se reanudará el crecimiento económico", apuntó.
Con todo, reconoció que se mantienen los riesgos, ya que "el crecimiento no muestra un carácter estable y, en gran medida, se cimentará en la producción de materias primas".
Por ello, Putin considera necesario "complementar" el modelo de desarrollo anterior basado en la explotación y exportación de materias primas con la creación de una economía innovadora y poner en marcha un programa de modernización tecnológica.
La economía rusa se contrajo un 9.1 por ciento en los primeros once meses del año en comparación con el mismo período de 2008, según informó recientemente Alexéi Kudrin, viceprimer ministro y titular de Finanzas de Rusia.
La economía rusa decreció un 10.2 por ciento en los primeros ocho meses del año, pero desde agosto el PIB se ha ido recuperando gradualmente en línea con la mejora de los indicadores en la economía mundial.