En una entrevista cuya transcripción fue publicada este sábado en la edición digital del diario The Wall Street Journal, Carstens aseguró que la decisión de incrementar la tasa de interés en México depende además del comportamiento del peso mexicano y de la inflación.
“Las acciones de la Fed pueden detonar alguna reacción de nuestra parte, pero también responderemos a otras determinantes de la inflación”, dijo Carstens, entrevistado durante su participación en una reunión organizada por la Fed en la ciudad de Jackson Hole, Ohio.
El funcionario mexicano explicó que la decisión dependerá del comportamiento de la tasa de cambio en anticipación a una acción de la Fed, el banco central estadunidense.
De acuerdo con analistas financieros, existe un 64 por ciento de probabilidad de que la Fed aumente su tasa de interés de referencia en septiembre próximo.
“Si la acción de la Fed es de alguna manera anticipada y reflejada en el mercado y vemos que eso no tiene consecuencias en las expectativas inflacionarias, podríamos no actuar. Pero si ese no es el caso estamos preparados para actuar”, puntualizó el gobernador.
El Banco de México ha aumentado su tasa de interés en un punto porcentual en lo que va de este año, de manera independiente a las acciones tomadas por la Fed, que elevó en diciembre pasado su tasa de interés de referencia en 25 puntos base.
“Estamos preparados para reaccionar a una situación si vemos que la acción de la Fed afecta la inflación, y el mecanismo de transmisión probablemente será la tasa de cambio”, precisó Carstens.