Con su contundente pero trabajado 6-0, el conjunto dirigido por Luis Enrique respondió al anterior triunfo del Real Madrid, que mantiene la cabeza del campeonato español con un punto de ventaja sobre los azulgranas.
Transformado por las rotaciones en su once inicial, el Barcelona mantuvo, sin embargo, su buena racha de las últimas semanas y obligó al Atlético de Madrid, que se medirá al Rayo Vallecano más tarde, a conquistar los tres puntos para no perder pisada.
Le costó al Barcelona abrir el marcador, pero, una vez Messi anotó el segundo, ya nadie pudo parar el festival de la estrella argentina y de Neymar, autores de sendos dobletes.
No sorprendieron los cambios de Luis Enrique, cantados ante el doble duelo de Copa del rey frente al Atlético de Madrid. Pero sí el número, porque el técnico azulgrana tocó a medio equipo.
Luis Enrique, que ya había anunciado el descanso del croata Ivan Rakitic, dio entrada en su once a Martín Montoya y Marc Bartra en defensa; a Rafinha y Xavi en el medio; a Pedro, en la delantera y, como siempre en la Liga, al chileno Claudio Bravo bajo el arco.
Llamó la atención, sin embargo, que, después de elogiarlo por activa y por pasiva, Luis Enrique dejara en el banco al uruguayo Luis Suárez, que no atina con el gol.
Desdibujado respecto a sus últimos tres compromisos, especialmente en el centro del campo, al Barcelona le costó encontrar vías para descomponer la solidez defensiva del Elche que, además, exigió a Bravo en más de una ocasión.
Después de que Jordi Alba y Messi lanzaran un par de tímidos avisos hacia el arco del polaco Tyton, Bravo tuvo que lucirse ante Aarón Ñíguez y Fayçal Fajr tras un doble error defensivo de Montoya.
Justo cuando más parecía sufrir el Barcelona, Gerard Piqué frustró las esperanzas del equipo de Fran Escribá.
El central azulgrana remató de manera impecable un balón que paró con el pecho, después de que Xavi lanzara una falta desde la puerta de área.
Los jugadores del Elche se quejaron de que el árbitro no había pitado cuando el cerebro del Barcelona sirvió la falta. Pero el tanto subió al marcador y dio alas a los hombres de Luis Enrique que, tras la pausa, se dieron un festival.
Lo protagonizaron Neymar y Messi, cuya sociedad parece ya indisoluble. El baile lo inició el astro argentino al convertir en el minuto 54 un penal cometido por Sergio Pelegrín sobre Neymar.
A la pena del segundo gol, el Elche sumó la expulsión del galo Fayçal por doble amarilla y el letal dúo del Barcelona firmó su sentencia sin conmiseración.
Como si estuviera empeñado en que Neymar no abandonara la cancha del Elche sin anotar, Messi no se cansó de servirle balones de oro hasta que el brasileño los convirtió en gol.
El primero llegó a los 68 minutos de partido, cuando el astro argentino, en la frontal del área, asistió la entrada de Neymar, que cruzó con su pierna derecha al lado contrario al que se lanzó Tyton.
No habían pasado cinco minutos, cuando la joven estrella brasileña firmó su décimo cuarto gol en la Liga y el cuarto del Barcelona, tras una nueva asistencia de Messi.
Cuando la fiesta azulgrana ya parecía haber llegado a su fin, Messi aún tuvo tiempo de firmar su segundo gol, a pase de Bartra, y Neymar de asistir a Pedro para que el internacional español firmara la media docena.
Con su goleada, el Barcelona recogió tres nuevos puntos que lo mantienen a tan sólo uno del Real Madrid, aunque con un partido más que los blancos, y se aseguraron una semana más de la calma que sucedió al movido inicio de año.