La lluvia que desde la mañana cayó en la región de Krasnaya Polyana se transformó con el transcurrir de la jornada en una nevada que cubrió de blanco los edificios cercanos a las pistas de esquí alpino, de deportes extremos y de biatlón.
La nieve trae alivio a unas colinas que debieron soportar jornadas de sol radiante y temperaturas de hasta 12 grados centígrados en las montañas y 19 en la zona costera de Sochi la semana pasada. El clima comenzó a deteriorarse el domingo, cuando una espesa bruma obligó a posponer algunas competencias.
Pese a las altas temperaturas que se vivieron, la organización no tuvo que recurrir hasta el momento a los 700.000 centímetros cúbicos de nieve artificial que tiene almacenados. Tras las precipitaciones de hoy, posiblemente no lo deba hacer hasta que concluyan los Juegos el 23 de febrero. (DPA)