"A quienes digan que no participarán en Sochi les pregunto: '¿No aprendieron nada del boicot a los Juegos de Moscú y su revancha en Los Angeles?", cuestionó Willi Lemke en una entrevista que publica mañana el dominical alemán "Tagesspiegel am Sonntag".
Los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 fueron boicoteados por varios países occidentales liderados por Estados Unidos en plena Guerra Fría. Diversos países comunistas, comenzando por la Unión Soviética, respondieron faltando a los de Los Angeles cuatro años después.
La delicada situación de los derechos humanos en Rusia y en concreto una nueva ley impulsada por el presidente Vladimir Putin contra la propaganda homosexual volvieron a agitar ahora pedidos de un boicot a los Juegos en Sochi.
El presidente alemán, Joachim Gauck, anunció que no acudirá a la inauguración. Lemke no consideró esa decisión un boicot porque Gauck, ex activista por los derechos humanos en la Alemania comunista, "no llamó públicamente a seguir su ejemplo".
El embajador pidió sin embargo no politizar los Juegos. "No se puede trasladar conflictos políticos al deporte. Es mejor que (el presidente de Estados Unidos, Barck) Obama hable con Putin", consideró.