La AIE, que ha revisado las consecuencias de esa medida excepcional que adoptó hace un mes, indicó en un comunicado que la incertidumbre que sigue persistiendo obliga a mantener la vigilancia, y no descartó volver a recurrir a esas reservas si las condiciones de mercado lo precisan.
Consideró que su "acción colectiva" con dos millones de barriles de petróleo diario durante un mes para compensar la falta de la producción libia a causa de la guerra ha respondido a las necesidades al añadir liquidez y cubrir la brecha en el aprovisionamiento que se demandaba a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Según su análisis, ahora la situación ha cambiado porque la OPEP ha incrementado con fuerza su producción, que fue en junio de una media de 30.03 millones de barriles diarios, 840,000 barriles más que en mayo.
Además, las primeras estimaciones apuntan a que en julio el cártel petrolero aportará unos 150,000-200,000 barriles diarios suplementarios respecto a junio, con lo que quedaría "sustancialmente" cubierto el incremento de demanda mundial de crudo para el tercer trimestre, que la agencia calcula que será 1.3 millones de barriles diarios más que entre abril y junio.
Este grupo que reúne a los principales países consumidores de energía de la OCDE puso el acento en que la "acción colectiva" que puso en marcha el 23 de junio -que todavía no ha terminado- representa apenas el 2.5 por ciento de las reservas obligatorias públicas e industriales.
Ninguno de sus miembros se ha quedado por debajo de un nivel equivalente a los 90 días de importaciones que es la obligación de la organización, de forma que no hay prisa para recomponer esas reservas.
La AIE constató que "el apetito del mercado" por el crudo que ha sacado ha sido mayor que cuando en 2005 recurrió a esa medida excepcional en respuesta a los problemas de aprovisionamiento por el ciclón Katrina.
También subrayó que ha reducido la tensión, han mejorado los márgenes de refino, limitando así el riesgo de una caída de la actividad de las refinerías que hubiera afectado a la disponibilidad de combustibles más adelante.
La AIE no hizo ninguna referencia al dudoso impacto que ha tenido sobre los precios, aunque ese no era oficialmente el objetivo.
Lo cierto es que, aunque el barril de petróleo bajó hasta seis dólares en las horas que siguieron al anuncio del 23 de junio, desde entonces no sólo se ha recuperado ese nivel, sino que la tendencia ascendente ha continuado.