Un “remanente” de supernova, detalló la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), se refiere a los signos colectivos y sobrantes de una estrella explotada o supernova.
Los filamentos rojos observados en la fotografía que fue observada por primera vez en 1966 mediante radiotelescopios, pertenecen al remanente de la supernova HBH3, cuyas huellas también irradian luz óptica.
La agencia espacial estadunidense resaltó que es probable que las ramas de material brillante sea gas molecular, el cual fue golpeado por una onda de choque generada por la supernova. La energía de la explosión energizó las moléculas y las hizo irradiar luz infrarroja.
Asimismo, la instantánea muestra, similar a una nube, la formación blanca que es parte de un complejo de regiones de formación de estrellas, llamadas W3, W4 y W5. Sin embargo, esas regiones se extienden más allá del borde de esta imagen.
Tanto las regiones de formación de estrellas blancas como los filamentos rojos están a una distancia cercana a los 6 mil 400 años luz de distancia dentro de la Vía Láctea.
De acuerdo con los científicos, la explosión original pudo haber ocurrido entre 80 mil y un millón de años atrás. En 2016, el Telescopio de Rayos Gamma Fermi de la NASA detectó rayos gamma, proveniente de la región cercana a HBH3.
Según la NASA, esta emisión puede venir del gas en una de las regiones vecinas de formación de estrellas, excitada por partículas emitidas por la explosión de supernova.