El asteroide Vesta, un superviviente de la creación del Sistema Solar

El asteroide Vesta es un superviviente cósmico, según revelaron hoy nuevos datos de la sonda espacial Dawn de la NASA, que han confirmado que es el único protoplaneta que ha sobrevivido desde la creación del Sistema Solar.

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Vesta, el segundo asteroide de mayor tamaño del sistema solar ha resultado ser una especie de fósil espacial cuya superficie es más variada y diversa de lo que se pensaba hasta ahora, según muestran tres estudios publicados en Science que analizan estos datos.

Los científicos han podido confirmar que se asemeja más a un pequeño planeta o luna de la Tierra que a otro asteroide, gracias a los datos proporcionados por la sonda de la NASA.

"La visita de Dawn a Vesta ha confirmado las teorías generales de la historia de este asteroide gigante, mientras que ayuda a completar los detalles que habrían sido imposible conocer desde lejos", señaló en una teleconferencia Carol Raymond, investigadora del Laboratorio de Propulsión a chorro de la NASA.

Además han podido verificar que, como se pensaba, es la fuente de parte de los meteoritos que caen en la Tierra, al confirmar que en sus superficie hay restos de piroxeno, hierro y minerales ricos en magnesio, materiales que contienen el 6 por ciento de los meteoritos que llegan a nuestro planeta.

"Estos datos que tenemos ahora son los primeros que vinculan a Vesta con meteoritos que han caído en la Tierra", señaló Raymond, quien destacó que el cuerpo tiene dimensiones y características que lo convierten en "una transición entre los asteroides y los planetas".

"La superficie es colorida y diversa en este asteroide que se formó unos dos millones de años después que se formaron los primeros cuerpos sólidos en nuestro sistema solar", agregó.

Los instrumentos de Dawn, que se colocó en órbita de Vesta el 16 de julio de 2011, han permitido medir la masa y la topografía de Vesta, que ha mostrado tener" una topografía muy variada, con cuestas pronunciadas".

Por otra parte, el campo de gravedad del asteroide revela que tiene una concentración de masa en su centro, lo cual hace de este asteroide un cuerpo más parecido a la Luna, la Tierra y Mercurio que a otros asteroides.

"Vesta es un testigo sin par de los comienzos del sistema solar", añadió Raymond.

La sonda ha detectado además grandes variaciones en las temperaturas del asteroide, que se ha sido afectado por impactos que han pulverizado su superficie en muchas regiones.

El profesor Ralf Jaumann del Instituto de Investigaciones Planetarias del Centro Aeroespacial Alemán y su equipo han realizado un mapa de la superficie del asteroide y muestran abundantes cráteres de impacto, aunque no encontraron ninguna evidencia directa de los antiguos procesos volcánicos.

Desde que el telescopio espacial Hubble avistó una gigantesca depresión en el polo sur de Vesta, los científicos especularon que la había causado la colisión con un objeto celeste.

En un principio pensaron que quizá había sido un asteroide más pequeño, pero una inspección más reciente de los datos desveló un segundo cráter y no uno solo.

Los dos impactos ocurrieron relativamente hace poco tiempo, de uno a dos millones de años atrás, y salieron a la luz sólo después que los investigadores revisaron cuidadosamente las imágenes de alta resolución captadas desde Dawn.