Frigerio (Milán, 1939), en activo hasta su fallecimiento, fue estudiante de arquitectura y marino mercante y comenzó su andadura profesional como diseñador de vestuario para el director teatral Giorgio Strehler. Este le motivó a dedicarse a su oficio y le encargó la escenografía de "Las bodas de Fígaro" en el Théatre de la Opera de París.
A partir de ahí, sus trabajos escenográficos adquirieron fama internacional y pasaron a estar presentes en los grandes escenarios del mundo, desarrollando una larga carrera con cerca de 400 espectáculos.
Sus proyectos más importantes los realizó junto a su esposa, la oscarizada figurinista Franca Squarciapino, "exponentes de una forma de pensar y de hacer personal, reconocible, elegante y mágica", que fue objeto de una exposición en 2018 en el Museo Thyssen-Bornemisza, entre otros.
"Cuando conocí a Franca, era una joven actriz; pero pronto le atrapó esta pasión irresistible de los creadores de espectáculos, que la llevo finalmente a dedicarse al mundo del vestuario donde obtuvo sus grandes y verdaderas satisfacciones. Por mi parte, he construido el contexto a sus bellísimos trajes, en una actividad intensa que va de la seducción del público, a la política y el gusto a lo bello", relató él mismo en aquella exposición.
Su obra se divide entre los trabajos para pequeños textos de Goldoni como "La familia dell’antiquario" para el Teatro Stabile del Veneto o como "La hija del aire", de Calderón de la Barca, para la Compañía Nacional de Teatro Clásico, a petición de Mario Gas.
"Ezio Frigerio es uno de los nombres señeros del teatro europeo de las últimas décadas", ha destacado Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real, en declaraciones recogidas en la nota de prensa del coliseo operístico.
Precisamente en el Real, este amante asimismo de las escenografías espectaculares se puso al servicio junto a su mujer de las óperas "Manon" (2000) y "Les Contes d'Hoffmann" (2006) con Nicolas Joël en la dirección de escena.
También llevan su sello "Falstaff" (2002) en la producción de Giorgio Strehler; "Madama Butterfly" (estrenada en abril de 2002 y repuesta en 2007 y 2017) junto a Mario Gas; "Tosca" (2004 y 2011) de la mano de la actriz y directora de escena Nuria Espert; y "Don Giovanni" (2005) y "Tristan und Isolde" (2007), con Lluis Pasqual.
En el cine comenzó su andadura al lado de Vittorio de Sica y colaboró asimismo con Liliana Cavani y con Bernardo Bertolucci en el filme "Novecento".
Frigerio, incansable, ha permanecido en activo hasta sus últimos días. De hecho, a finales del pasado año presentó en el Teatro de la Zarzuela dos de sus trabajos: "Los Gavilanes" de Joaquín Rodrigo y "La tabernera del puerto" de Pablo Sorozábal, otra producción a las órdenes de Mario Gas y junto a su mujer.
De él decía entonces Daniel Bianco, director de este espacio, que Frigerio era "un joven de 91 años valiente e inconformista" que estaba entre los tres mejores de la segunda mitad del siglo XX.